La Paz, 6 oct (EFE).- El Gobierno de Evo Morales solicitó al
Banco Mundial (BM) un crédito de 10.000 millones de dólares para
financiar planes de desarrollo productivo y social en los próximos
cinco años, informó hoy una fuente oficial.
El vicepresidente boliviano, Álvaro García Linera, explicó en
rueda de prensa que los recursos se destinarán a proyectos de
industrialización para generar "riqueza y empleo" y, por otro lado,
a salud, educación, saneamiento básico y telecomunicaciones.
La atención a las áreas productiva y social son dos grandes
"obligaciones estructurales de cualquier país sólido y serio en el
mundo", aseveró.
García Linera justificó la cifra al señalar que la deuda externa
boliviana es de 2.500 millones de dólares, mientras que las reservas
monetarias del Banco Central llegan a 8.500 millones, lo cual da al
país "la musculatura económica y financiera" para solicitar esos
créditos.
Defendió que Bolivia hoy en día es "un país solvente" frente a lo
que pasaba a principios de esta década, cuando la deuda externa
ascendía a 5.000 millones de dólares y las reservas eran de 1.500
millones.
El ex presidente del Banco Central, Armando Méndez, comentó al
diario La Prensa que el monto del préstamo solicitado al BM es muy
elevado comparado con anteriores gestiones gubernamentales, en las
que las cifra no superaba los 2.000 millones de dólares.
Morales ha criticado al Banco Mundial y al Fondo Monetario
Internacional (FMI) porque supuestamente son organismos financieros
que condicionan los créditos a asuntos como la privatización de los
recursos naturales o los servicios básicos.
Sin embargo, en el último tiempo el BM aprobó varios préstamos
para Bolivia, el último de ellos anunciado en junio pasado por 137
millones de dólares para el período 2010-2011, a largo plazo y con
intereses bajos.
El Ejecutivo boliviano también ha sido uno de los impulsores de
la creación del Banco del Sur, que tiene como socios a siete países
suramericanos, que buscan tener más autonomía de los tradicionales
organismos financieros internacionales. EFE