Andrés Mourenza
Estambul, 6 ago (EFE).- Rusia y Turquía acordaron hoy
intensificar su mutua cooperación energética, firmaron 15 protocolos
de colaboración, y Moscú recibió el permiso para que su gasoducto
South Stream, competidor del paneuropeo Nabucco, transcurra por
aguas turcas.
"Las negociaciones no han sido fáciles, hemos tenido ciertas
dificultades, pero finalmente hemos llegado a un acuerdo en todos
los temas", reconoció Vladimir Putin tras una jornada de arduas
negociaciones con el ejecutivo turco presidido por el primer
ministro, Recep Tayyip Erdogan, celebradas este jueves en Ankara.
Pero finalmente, en las conversaciones que contaron también con
la participación del jefe del Gobierno italiano, Silvio Berlusconi,
Putin logró el permiso de Ankara para que el consorcio estatal ruso
Gazprom comience las exploraciones destinadas a comprobar si el
gasoducto South Stream puede transcurrir por las aguas del Mar Negro
que están bajo control de Turquía.
South Stream es un proyecto que, según los analistas
occidentales, supone una respuesta competitiva al Nabucco, ideado
para reducir la dependencia energética europea de Rusia y
promocionado por la Unión Europea.
El gasoducto planeado por Gazprom deberá unir la estación rusa de
Beregovaya con Varna (Bulgaria) y tendrá diversificaciones a Italia
a través de Grecia y a Europa central a través de Serbia y Hungría.
Nabucco, cuyo plan de desarrollo fue aprobado en julio en Ankara
por las compañías de los países implicados, conectará la terminal de
Erzurum (Turquía), adonde ya llega un gasoducto procedente de
Azerbaiyán, con la de Baumgarten an der March (Austria) mediante una
tubería de 3.300 kilómetros a través de Bulgaria, Rumanía y Hungría.
El gasoducto europeo podrá transportar 31.000 metros cúbicos de
gas anuales -aunque la procedencia del suministro aún es incierta- y
su inauguración está prevista para 2014.
El proyecto ruso, liderado por Gazprom y la italiana ENI, prevé
comenzará a bombear gas en 2015 y tendrá una capacidad de 63.000
metros cúbicos anuales. El suministro está asegurado por el propio
gas ruso y los contratos firmados por Moscú con varios países de
Asia Central.
Sin embargo, Putin restó trascendencia a las críticas que afirman
que los dos proyectos no podrán convivir en un mismo espacio.
"Los dos proyectos son importantes para los consumidores y el
South Stream no bloquea al Nabucco. La competencia entre los dos
proyectos es escasa", dijo.
"No hay rivalidad, sino que son dos proyectos alternativos.
Debemos verlos como diversidad, por lo que aumentarán la seguridad
energética (europea)", afirmó por su parte Erdogan.
A cambio del permiso para que el gasoducto South Stream pase por
aguas turcas, Putin explicó que Rusia ha accedido a prolongar el
acuerdo de exportación de gas a Turquía y a revisar los precios de
esa fuente energética en beneficio turco.
De hecho, Turquía importa dos tercios de su gas de Rusia, lo que
ha convertido al país eslavo en el primer socio comercial de los
turcos.
"Estamos muy contentos del nivel que han alcanzado nuestras
relaciones comerciales", se felicitó Erdogan y recordó que el
volumen comercial entre ambos países alcanzó los 40.000 millones de
dólares.
Moscú aceptó asimismo prolongar el gasoducto Blue Stream, que
transporta anualmente 16.000 metros cúbicos de gas ruso al norte de
Turquía, hasta el sur del país, de forma que Ankara pueda distribuir
esa energía a Siria, Líbano, Israel y la parte turca de Chipre.
Además, Rusia entrará en el consorcio que desarrolla el oleoducto
entre el puerto de Samsun, norte de Turquía, y la terminal petrolera
de Ceyhan, en el sur, un proyecto en el que ya participa la italiana
ENI.
En opinión de Putin, Turquía está en camino de convertirse "en un
importante país de tránsito" de energía.
También en el campo de la energía atómica, ambos países firmaron
un acuerdo de cooperación con fines pacíficos.
Turquía ha concedido por licitación la construcción de su primera
central nuclear a un consorcio formado por las compañías rusas
Atomstroyexport e Inter RAO EES y la turca Park Teknik, cuyo
proyecto prevé erigir cuatro reactores de una potencia de 1.200
megavatios cada uno. EFE