Angel Calvo
París, 1 dic (EFE).- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, pronuncia hoy un discurso muy esperado, centrado en Europa, que servirá para evaluar en qué medida están avanzando las negociaciones entre París y Berlín sobre la manera de atajar las crisis de deuda soberana, marcadas por serias diferencias.
Sarkozy interviene esta tarde ante unas 5.000 personas, reunidas en una sala de espectáculos de Tolón (sureste de Francia), la misma que en septiembre de 2008 marcó un punto de inflexión en su mandato al denunciar las "derivas" del capitalismo a iniciar una movilización internacional entonces contra la crisis financiera.
Esta intervención pública es anterior a la cumbre europea del 9 de diciembre y antes de ella Francia y Alemania se han comprometido a presentar a sus socios propuestas para responder a la situación crítica que vive la zona del euro.
Aunque no se ha filtrado nada sobre la reunión, la prensa francesa señalaba hoy, citando al Elíseo, que se pronunciará por una mayor integración europea con "más disciplina y más solidaridad" para ser "más fuerte frente a la globalización".
Una mayor integración que debe hacerse más por la vía intergubernamental que comunitaria, y que se traducirá en la definición de nuevas reglas de voto en el Consejo Europeo para que muchas decisiones puedan tomarse mediante una mayoría cualificada y no por consenso.
Una cuestión delicada para el presidente conservador francés es hasta qué punto asumirá las demandas alemanas para instaurar un control europeo de los presupuestos estatales mediante mecanismos automáticos y con la posibilidad de utilizar el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas.
Lo más probable es que su discurso, un día antes del que va a pronunciar mañana Merkel ante el Bundestag, no entre mucho en el detalle de otros puntos que París querría imponer pero que son objeto de discordia con Berlín.
En particular la posibilidad de que el Banco Central Europeo (BCE) proceda a compras masivas de deuda de los países bajo presión para atajar el contagio y la puesta en marcha del mecanismo de los eurobonos como forma de que los Estados que se financian con bajos tipos apoyen a los que no.
Las discusiones entre Alemania y Francia parecen haber progresado en la cuestión de que todos los países de la zona euro se impongan jurídicamente una regla para una buena gestión de sus finanzas públicas, por ejemplo incluyéndolo en la constitución. EFE