Pedro Vega
Madrid, 17 oct (EFE).- General Motors, el gigante norteamericano
venido a menos, prosigue sus intentos de deshacerse de su filial
europea, Opel, pero a escasas fechas de la prevista firma con el
consorcio de componentes austríaco-canadiense, Magna, ha encontrado
un nuevo escollo: la Comisión Europea.
Bruselas acusa al Gobierno Alemán de favorecer la oferta de Magna
con ayudas públicas por importe de 4.500 millones de euros por la
sencilla razón de que la oferta de Magna otorga mayor protección a
las factorías alemanas de Opel en detrimento de las fábricas de
España, Reino Unido y Bélgica.
En un firme escrito, la comisaria europea de la competencia,
Natalie Kroes al ministro de Economía de Alemania le advierte de que
las ayudas condicionadas a la venta de Opel a a Magna son
imcompatibles con el Tratado de la Unión y contrarias a las reglas
establecidas sobre ayudas de Estado y mercado interior".
Para España se ha convertido en cuestión de Estado, y es que
entre 1.300 y 1.700 trabajadores de la planta española de
Figueruelas ven peligrar sus empleos además de otros miles de la
industria auxiliar.
De momento, la Comision Europea da la razón a los argumentos de
los demás países europeos con plantas de Opel y habrá que ver hasta
donde está dispuesta a llegar la Comisión Europea para mantener la
ortodoxia y el Gobierno alemán para favorecer sus intereses
territoriales.
En los mercados, semana de altibajos, con el Dow Jones eufórico
por encima de los 10.000 puntos por los resultados de Goldman Sach y
JPMorgan y con la decepción y posterior recorte por los resultados
negativos de Bank of América. En sus respectivos mercado, el
petróleo y el oro rozando máximos del año.
Esta semana el Reino Unido anunciada un ambicioso plan de
privatizaciones con el objetivo de recaudar 16.000 millones de
libras para reducir su abultado déficit público.
La inflación también continúa en negativo en la zona euro, un
-0,3%, y en EE.UU. un -1,3%, donde las ventas minoristas siguen
descendiendo y bajaron un 1.5 por ciento en septiembre.
Como dato positivo, las expectativas sobre la evolución de la
economía alemana de la que los ocho institutos económicos asesores
del Gobierno estiman que ha superado la recesión y que crecerá un
1,3% en 2010.
También invitan a cierto optimismo la evolución del empleo en
EE.UU., donde las peticiones de subsidio de desempleo registraron en
septiembre su menor nivel desde enero, y a este lado del Atlántico
la subida de la producción industria en la Unión Europea en un 0,6%,
la cuarta subida mensual consecutivas.
De los primeros resultados trimestrales destacan las notables
ganancias de JP Morgan (3.588 millones de dólares en el tercer
trimestre) y de Goldman Sachs (7.400 millones de dólares), mientras
que en el lado contrario las pérdidas de Nokia, Sony-Ericsson y Bank
of América.
En España, el paro aumentó en 4 décimas en septiembre, hasta el
18,9%, la mayor subida en los países de la OCDE, los precios bajaron
el mismo mes un 0,2% hasta una inflación interanual del -1%,
mientras que la morosidad subió hasta el 4,838%, con un volumen de
créditos impagados que aumentó en un 50% en el tercer trimestre.
Precisamente, el deterioro de los activos bancarios fue el
principal argumento de la agencia de calificación de riesgos,
Moody's que situó en negativa la calificación crediticia de los
bancos españoles, informe que fue inmediatamente tachado de
alarmista por la patronal bancaria y por la agencia Fitch, lo que no
disipó la desconfianza que los inversores mantienen hacia el sector.
Y otro varapalo para la imagen de nuestra economía: la Comisión
Europea urgía esta semana a España reformas en su sistema de
pensiones y alertaba de los riesgos que corren las finanzas públicas
españolas para su sostenibilidad a largo plazo, consideraciones
refutadas de inmediato por la ministra de Economía que garantizaba
públicamente el sistema de pensiones.
Más datos conocidos esta semana ahondan en la profundidad de la
crisis. La facturación de la industria cayó un 19% en agosto sobre
el mismo mes de 2008, mientras que la entrada de pedidos los hizo en
un 18%, mientras que el sector servicios redujo su cifra de negocio
en un 13% y el empleo en un 6%. Un informe precisa que el 40 por
ciento de las empresas extranjeras que operan en España preven
reducir empleo e inversiones. EFE