Johannesburgo, 3 jun (EFE).- Combatir la pobreza y la creación de
empleo serán la principal preocupación del Gobierno de Sudáfrica,
dijo hoy en el Parlamento, en Ciudad del Cabo, el presidente del
país, Jacob Zuma, quien advirtió de que la recesión podría frenar
sus ambiciones.
El Gobierno confía en poder emplear a otro medio millón de
personas a finales de año y a cuatro millones para 2014, dijo Zuma
en su primera alocución sobre el estado de la nación tras asumir su
cargo el pasado 9 de mayo.
"De aquí a diciembre de 2009 planeamos crear 500.000
oportunidades de trabajo", dijo Zuma, que reconoció, no obstante,
que "la caída en la economía afectará el ritmo al que nuestro país
podría resolver los retos sociales y económicos que afronta".
Prometió, pese a todo, que las dificultades económicas "no
alterarán el curso que nos hemos fijado, las prioridades políticas
que hemos identificado y los planes que hemos desplegado ante el
electorado (en los recientes comicios que le dieron el triunfo), que
permanecen como temas centrales del programa del Gobierno".
Zuma prometió también proteger a los pobres de las consecuencias
de la primera recesión que sufre Sudáfrica en 17 años y que su
gobierno actuará para "salvar puestos de trabajo y crear nuevas
oportunidades de empleo".
"Debemos actuar ahora para minimizar el impacto de esta caída
(económica) sobre los más vulnerables", dijo el presidente
sudafricano, que confirmó que la respuesta de su Administración a la
recesión y la crisis económica global se basará en un programa
conjunto pergeñado en febrero pasado por el Estado, el sector
empresarial y los sindicatos.
La iniciativa ha puesto el énfasis en la preservación de empleos
y la identificación de industrias claves que el Gobierno podría
asistir para sobrevivir a la crisis.
Zuma dijo que, según este programa, los obreros, a riesgo de ser
despedidos, podrían ser retenidos por algún tiempo en sus puestos y
capacitados para realizar otro trabajo.
En suma, añadió, las compañías en dificultades podrán ser
asistidas por la Corporación de Desarrollo Industrial, mientras que
el Gobierno apoyará a las industrias claves mediante su Plan de
Acción Política.
Aparte de las industrias ya seleccionadas para recibir apoyo
gubernamental -automoción, química, metalúrgica, turismo, tejidos y
ropa y forestación-, el Gobierno también tornará su atención hacia
los sectores de la prestación de servicios, la manufactura ligera y
la construcción, en su iniciativa para crear empleos, puntualizó
Zuma.
"La creación de empleos dignos estará en el centro de nuestra
políticas e influirá en nuestras iniciativas para atraer inversiones
y crear trabajos", recalcó.
El discurso de Zuma fue recibido calurosamente por los
integrantes de la alianza tripartita gubernamental -el Congreso
Nacional Africano (ANC), el Partido Comunista Sudafricano (SACP) y
el Congreso Sudafricano de Sindicatos (COSATU)- cuyos representantes
dijeron que el jefe de Estado había "golpeado en la cabeza del
clavo" con sus anunciadas iniciativas socio-económicas.
Por su parte, algunos partidos de la oposición, incluida la
Alianza Democrática (DA), primera minoría en el Parlamento,
afirmaron que la alocución de Zuma "marca el cambio hacia una agenda
socialista en Sudáfrica", mientras que los analistas políticos
señalaron que "el discurso sólo enunció un plan general exento de
detalles". EFE