Por Brian Homewood
(Reuters) - El triunfo de Suiza 2-1 en la Copa Mundial sobre Serbia recibió una reacción mixta por parte de los medios suizos que aplaudieron la remontada en la segunda mitad, pero criticaron las celebraciones de los goleadores Granit Xhaka y Xherdan Shaqiri, que parecían tener matices políticos.
Tras recibir un gol en el minuto cinco, Suiza se sobrepuso al ambiente creado por aficionados serbios con un tanto de Xhaka y un gol de Shaqiri en el último minuto.
Ambos jugadores, que son de etnia albanesa y de ascendencia kosovar, celebraron con un gesto que parecía imitar al águila que se exhibe en la bandera de Albania.
Serbia se niega a reconocer la independencia de su antigua provincia, Kosovo, cuyos 1,8 millones de personas son en su mayoría de etnia albanesa y de la que se separaron hace 10 años.
Los inmigrantes de segunda generación de los Balcanes han jugado un papel importante en la transformación del conjunto suizo en los últimos 10 años.
Jugadores como Valon Behrami, que disputa su cuarta Copa del Mundo, Xhaka y Shaqiri han aportado tanto talento como pasión a un equipo que no era conocido en el pasado.
Pero la actuación del viernes recibió una respuesta mixta por parte de los medios suizos, que elogiaron su comportamiento en el campo pero criticaron sus celebraciones.
"Xherdan Shaqiri y Granit Xhaka tienen más talento que nadie en este equipo nacional. Pero su sensibilidad política y conciencia social dejan mucho que desear", dijo el diario Neue Zuercher Zeitung (NZZ).
El tabloide Blick siguió una línea similar. "(Xhaka y Shaqiri jugaron con verdadero corazón, pero olvidaron mantener la cabeza fría en las celebraciones, y ese es el gran defecto de esta noche maravillosamente conmovedora".
Xhaka y Shaqiri, ambos multilingües, nunca han sido ocultado su herencia.
En 2012, el comentarista de televisión suizo Sascha Ruefer provocó una gran controversia con sus comentarios acerca de un fallo de Xhaka durante un partido de clasificación para el Mundial contra Albania, cuando Suiza ya iba 2-0 por delante.
"¿Qué fue eso? Todo lo que necesitaba era empujar el balón a la red. Me gustaría ver eso de nuevo (...) creo que Xhaka no estaba descontento por no haber marcado contra Albania", dijo.
Ruefer negó que quisiera insultar al jugador pero admitió que su comentario fue "un poco desafortunado".
Xhaka respaldó la campaña de Kosovo para ser miembro de la FIFA y, en un momento dado, contempló jugar con esta selección antes de jurar fidelidad a Suiza.
Los jugadores insistieron en que no había nada extraño en sus celebraciones.
"Para mí fue un día realmente especial", dijo Xhaka. "Esta es una victoria para mi familia, para Suiza, Albania, Kosovo. El gesto fue para todos los que me han apoyado, no estaba dirigido a nuestros oponentes. Fue un partido realmente emotivo".
Shaqiri dijo: "No tiene nada que ver con la política, se trata del fútbol".