Por Martyn Herman
MADRID (Reuters) - Rafa Nadal dice que ganar el doblete de Roland Garros y Wimbledon por tercera vez en su carrera será "complicado" pero que está muy motivado para intentarlo según se prepara para la temporada de hierba.
El tenista, de 31 años, ganó un inédito décimo título en Roland Garros el domingo, destrozando al suizo Stan Wawrinka en la final tras una impecable quincena en París.
El español ha mantenido el buen nivel de forma que alcanzó a principios de año cuando alcanzó la final del Abierto de Australia y escaló hasta el segundo puesto del ranking el lunes - su posición más alta desde 2014, cuando empezó una racha intermitente de lesiones.
Inevitablemente, la atención ya se está centrando en Wimbledon y las posibilidades de que Nadal repita sus victorias de 2008 y 2010 - ambas producidas tras ganar el Abierto de Francia sin perder un set, como hizo este año.
Nadal, que nunca ha sido de los que alimentan la expectación, avisó de que no hay que considerarlo un favorito en la hierba de Wimbledon, donde también ha perdido tres finales; especialmente porque su rendimiento en las últimas ediciones ha sido desolador.
"Desde que tuve problemas con mi rodilla, desde 2012, jugar sobre la hierba ha sido muy complicado para mi", dijo Nadal, que perdió tan solo 35 juegos en Roland Garros para convertirse en el primer tenista en ganar el mismo título Grand Slam diez veces a lo largo de su carrera profesional.
"Veremos cómo se porta mi rodilla", dijo el tenista, "jugar sobre hierba es muy especial. Tienes que jugar a un nivel más bajo. La postura corporal es más baja. Tienes menos estabilidad".
"Pero también pienso que he jugado cinco finales en Wimbledon. Me gusta jugar sobre hierba. En la hierba, cualquier cosa puede pasar. Estoy motivado", añadió.
Tras pasar como una locomotora por las pistas de la temporada de tierra batida europea y coleccionar un récord de 24 victorias y una derrota entre Montecarlo, Barcelona y Madrid antes de recuperar la corona de Roland Garros, Nadal pasará algunos días relajándose en su casa de Mallorca antes de jugar en el torneo de Queen's Club, en el incicio de su preparación para Wimbledon.
Tras pasar semanas sobre la blanda arcilla roja, esta es una transición difícil, y Nadal es consciente del peligro habiendo sufrido derrotas tempranas en Wimbledon a manos de casi desconocidos como Steve Darcis, Lukas Rosol y Dustin Brown.
Después de perder en la final de 2011 contra Novak Djokovic, no ha llegado más allá de la cuarta ronda, mientras que el año pasado no pudo jugar por culpa de la lesión en su muñeca izquierda, que le hizo retirarse de Roland Garros. Tampoco participó en 2009 cuando su quebradiza rodilla impidió que intentase defender el título.
"Podría ganar mis dos primeros partidos y entonces las cosas podrían cambiar", dijo Nadal, que después de tres años ha logrado sumar un nuevo torneo de Grand Slam, y ya atesora 15. "La cuestión es que los dos primeros partidos podrían ser muy peligrosos", apuntó el español.
"Necesito sentirme fuerte, (...)y tener piernas fuertes para jugar bien en Wimbledon. Si me duelen las rodillas entonces sé por experiencia que es casi imposible. Si estoy sano y puedo tener la preparación correcta, entonces tendré mis posibilidades".
La increíble forma de Nadal - de momento, ha ganado 43 partidos y sólo ha perdido 6 - significa que también tiene una alta probabilidad de superar a Andy Murray y acabar el año como el número uno del mundo por primera vez desde 2013.
"Ganando este tipo de títulos tienes posibilidades de convertirte en cualquier número en el ranking. No lo sé. Estoy jugando bien. Si estoy jugando bien, ¿por qué no?" dijo el tenista.
"Ahora mismo estoy segundo. Veremos lo que pasa en lo que queda de año. Realmente depende de mí", aseguró Nadal.