Pekín, 1 jul (EFE).- El Banco Mundial instó hoy a China a limitar la "excesiva volatilidad" de sus bolsas y a controlar la aparición de "burbujas" ante los riesgos que representan para su economía, aunque admitió que Pekín ya ha dado pasos en este sentido.
El economista y autor principal del informe del Banco Mundial sobre las perspectivas económicas de China, Karlis Smits, afirmó hoy en una rueda de prensa en Pekín que la corrección de los precios de los activos bursátiles es una de las principales amenazas para el crecimiento de la segunda economía mundial.
"Lo que la experiencia internacional muestra es que un importante objetivo de la regulación es limitar la volatilidad excesiva de los mercados de valores y crear un entorno que limite la aparición de burbujas en los precios de los valores", recomendó el experto del Banco Mundial.
En China, una gran cantidad de inversores individuales destinan parte de sus ahorros a la bolsa y realizan transacciones de valores sin ningún tipo de información.
Este hecho, combinado con las fuertes oscilaciones de los mercados en las últimas semanas, podría poner en riesgo los ahorros de muchos hogares, lo que tendría efectos sobre el consumo en caso de pérdidas abultadas y continuadas en los parqués, señaló Smits.
Además, el economista del Banco Mundial explicó que también en el caso de muchas empresas chinas la volatilidad de las bolsas se podría trasladar a su hoja de resultados.
"La buena noticia para China es que las autoridades fueron capaces de frenar el crecimiento del crédito y han empezado a tomar medidas para, básicamente, mitigar los riesgos de la volatilidad en los mercados de valores", dijo el director del Grupo de Perspectivas de Desarrollo del Banco Mundial, Ayham Kose, en la rueda de prensa.
El índice general de la Bolsa de Shanghái, el principal indicador de los parqués chinos, volvió hoy a sufrir serias pérdidas y acabó la sesión con una bajada de un 5,23 %, para finalizar en 4.053,70 puntos, en contraste con el aumento de un 5,53 % registrado el martes.
A mediados de junio, el índice shanghainés superaba ampliamente la barrera de los 5.000 puntos, niveles que no se veían desde 2008, tras siete meses de continuados ascensos, pero en apenas dos semanas ha dilapidado parte de esas ganancias y ahora se encuentra al borde de bajar de los 4.000 enteros.