Bruselas, 3 jun (EFE).- El presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, y el primer ministro griego, Alexis Tsipras, iniciaron hoy una reunión que supone una oportunidad para forjar un acuerdo entre los acreedores y Atenas para desbloquear la ayuda financiera que Grecia necesita urgentemente.
Tsipras llegó puntual a la sede de la CE en Bruselas, donde fue recibido por el máximo responsable del Ejecutivo comunitario.
El primer ministro griego no hizo declaraciones a su llegada, ni tampoco cuando él y Juncker posaron ante los medios de comunicación y se dieron la mano a modo, pese a la gran atención que despierta la cena de trabajo que ambos líderes mantienen hoy.
La CE ve en este encuentro una oportunidad importante para crear las condiciones que permitan al Eurogrupo adoptar un acuerdo definitivo sobre las reformas y las condiciones macroeconómicas y financieras que Grecia debe cumplir para cerrar la quinta y última revisión del segundo rescate a Grecia.
La CE dijo hoy que, a priori no espera hoy una decisión final, pero ambos líderes se centrarán en cuestiones que aún quedan pendientes para tratar de superar las diferencias y facilitar así un compromiso que conduzca a un acuerdo.
Antes de iniciar la cena con Tsipras, Juncker se reunió con el presidente del Eurogrupo, Jeroen Dijsselbloem, quien rebajó las expectativas de la reunión de hoy, al afirmar a su llegada a la CE que "queda un duro trabajo" para llegar al acuerdo definitivo.
El primer ministro griego mantuvo una conversación telefónica con la canciller alemana, Angela Merkel, y el presidente francés, François Hollande, en la que coincidieron, según fuentes del Gobierno griego, en la necesidad de fijar "superávit primarios más bajos" y lograr una "solución inmediata" a las negociaciones.
Tsipras y Juncker tienen esta noche sobre la mesa dos propuestas: una del Gobierno griego y otra de los acreedores internacionales, formadas por la CE, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Central Europeo (BCE).
En los últimos días se han intensificado los contactos al más alto nivel político para tratar de dar el empuje final a las negociaciones, teniendo en cuenta que el viernes Grecia debe abonar el próximo tramo de deuda al FMI, unos 300 millones de euros, que forman parte de los 1.600 millones que debe devolver al organismo internacional este mes.
No obstante, Dijsselbloem ya ha descartado que Atenas pueda contar con una inyección financiera esta semana, incluso si se lograse un acuerdo en las próximas horas o los próximos días.