Roma, 12 dic (EFE).- El transporte es el más afectado esta mañana en la primera huelga general que afronta el Gobierno de Matteo Renzi, convocada por los dos principales sindicatos de Italia en protesta contra las políticas de su Ejecutivo, con movilizaciones en en la mayoría de ciudades del país.
Las tres líneas del metro de Roma permanecen cerradas, el transporte público de la capital funciona de forma irregular, lo mismo que ocurre en otras grandes ciudades del país, donde los medios de transporte o no operan o lo hacen de manera restringida.
En Turín (norte) se desarrolló una manifestación con participación de la líder del mayor sindicato del país, CGIL, Susanna Camusso, quien apeló al Gobierno de Matteo Renzi a tomar medidas a favor del empleo, en una situación que calificó de "emergencia".
"La emergencia que tiene este país se llama trabajo. Hace falta hacer políticas para que haya trabajo, pero no puede ser un trabajo cualquiera, sin derechos ni profesionalidad", dijo Camusso.
En Roma, la manifestación sindical partió de la plaza del Esquilino, y tiene previsto llegar al centro de la capital, la plaza Santi Apostoli, para expresar las reivindicaciones que lanzan al Gobierno.
El presidente de la República, Giorgio Napolitano, declaró desde Turín que la huelga general de hoy "es una señal sin duda de una destacada tensión entre los sindicatos y el Gobierno".
Están llamados a secundar esta huelga todos los trabajadores del sector público, pero también del privado, para protestar contra las medidas que pretende poner en marcha el Partido Democrático (PD, en el Gobierno), principalmente en materia económica.
En el centro de las reivindicaciones está la reforma laboral que, según Renzi, fomentará la contratación, pero que ha levantado ampollas entre los trabajadores y también en el seno de su propio partido.
Las críticas se dirigen sobre todo a la modificación que contempla este proyecto sobre el Artículo 18 del Estatuto de los Trabajadores que protege a los profesionales de empresas con más de 15 empleados contra los despidos improcedentes.
Según CGIL, principal impulsor de este paro, "la Ley de Empleo (conocida en Italia como "Jobs Act") y la Ley de Estabilidad no contienen medidas para revitalizar el trabajo y la economía".
El paro general comenzó a primera hora de hoy y durará unas 8 horas, aunque cada una de las ciudades que se han sumado a esta convocatoria han establecido su propio horario.
En Roma el sector de los transportes públicos se adhirió a la huelga en torno a las 9.00 hora local (8.00 GMT) hasta las 16.00 hora local (15.00 GMT), mientras que en Milán empezó a la misma hora aunque finalizará a las 19.00 hora local (18.00 GMT).
En Turín, está establecido para las 9.00 (8.00 GMT) hasta las 12.00 (11.00 GMT) y de las 15.00 (14.00 GMT) hasta las 20.00 (19.00 GMT), y en Bolonia, de las 8.30 hora local (7.30 GMT) hasta las 16.30 (15.30 GMT).
También podrán participar en esta huelga los profesionales del sector público ferroviario, según anunció ayer el ministro de Infraestructuras y Transportes italiano, Maurizio Lupi en un comunicado.
Lupi había prohibido previamente a estos empleados adherirse al paro para "proteger los derechos constitucionales de los ciudadanos".
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