Buenos Aires, 1 mar (EFE).- Los legisladores kirchneristas mostraron hoy opiniones divididas respecto de las futuras votaciones parlamentarias sobre la deuda pública, necesarias para cerrar el conflicto judicial con fondos especulativos, en las que el Gobierno de Mauricio Macri necesitará apoyos de la oposición en el Congreso.
"No sé si votaremos juntos. La lealtad no es un altar donde hay que inmolarse todos los días", dijo hoy Miguel Ángel Pichetto, presidente del bloque del kirchnerista Frente para la Victoria (FpV) en el Senado, en declaraciones a radio Vorterix.
"Hay que escucharlo (a Macri) y después analizar lo que dice. Lo central es terminar un ciclo que comenzó con Néstor Kirchner en el primer canje (de deuda, en 2005) y continuó en 2010 con la presidenta (Cristina Fernández, con otra propuesta de reestructuración)", apuntó Pichetto.
El senador se colocó así en una posición moderada dentro de la diversidad de opiniones que muestra la oposición argentina respecto del acuerdo alcanzado ayer en Nueva York entre el Ejecutivo de Macri y los principales acreedores de deuda en mora desde 2001, que no habían aceptado las reestructuraciones y denunciaron al Estado.
Para cerrar el conflicto y salir del cese de pagos parcial en el que sumió al país la sentencia favorable a los litigantes, el Gobierno necesitará no solo asegurarse la financiación necesaria para pagar el monto acordado (4.653 millones de dólares), sino también la derogación de dos leyes kirchneristas por parte del Congreso, donde el oficialismo no cuenta con mayoría.
Desde la línea de oposición frontal al acuerdo se pronunció hoy el diputado Andrés "Cuervo" Larroque, titular de la organización kirchnerista La Cámpora, quien, en su llegada al recinto parlamentario para participar en la apertura del año legislativo del Congreso, aseguró que "Mauricio Macri es el héroe de los fondos buitre y quien dé quórum está siendo cómplice".
"Acuerdo buitre, inaceptable extorsión", tituló el exministro de Economía kirchnerista Axel Kicillof una columna de opinión publicada hoy en el diario Pála que acusa a Macri de "arreglar a cualquier costo" y al juez neoyorquino Thomas Griesa de hacer "extorsión" al Congreso argentino.
Según Kicillof, "el arreglo de Macri con los buitres contrabandea" una operación "de endeudamiento gigantesca, cuyos detalles financieros y comisiones tampoco conocemos".
Para sellar el final del conflicto, el juez Thomas Griesa exige al Gobierno de Macri la derogación de las leyes kirchneristas cerrojo y de pago soberano -que mantienen cerradas las posibilidades de canje de deuda- antes del próximo 14 de abril.
El oficialismo, que no tiene mayoría en el Congreso, asegura que ya ha iniciado contactos con otras fuerzas y que hay una fracción suficiente de la oposición que entiende que el problema con los fondos especulativos debe resolverse.