Madrid, 17 sep (EFE).- El sector ferroviario en España afronta hoy su segunda huelga de 24 horas convocada por los sindicatos en protesta por la liberalización del transporte de viajeros aprobada por el Gobierno, paro que coincide con los convocados en transportes públicos de Madrid y Barcelona.
El Ministerio de Fomento ha decretado unos servicios mínimos del 73 % en los trenes de alta velocidad y larga distancia, de hasta el 75 % en el servicio de Cercanías Madrid en hora punta y del 65 % en los trenes interurbanos.
En Madrid, este paro coincide con otros dos parciales que llevarán a cabo los trabajadores del Metro, cuatro horas por la mañana y otras tantas por la tarde.
Estos paros en Metro de Madrid y otros que serán llevados a cabo los días 21 y 28 y el 1 de octubre fueron aprobados el pasado día 6 por los trabajadores a propuesta de los sindicatos Unión General de Trabajadores (UGT) y Comisiones Obreras (CCOO) ante la "vulneración" de la negociación colectiva, la rebaja salarial y la "desmesurada" subida de las tarifas de suburbano.
En Barcelona y su área metropolitana la jornada será hoy también complicada para la movilidad ya que, por primera vez, coinciden en una convocatoria de huelga los trabajadores de metro y autobuses, así como los de Cercanías y Regionales, y los de Ferrocarriles de la Generalitat (gobierno regional).
El rechazo a la eliminación de la paga de diciembre que ha aprobado por Real Decreto el Gobierno para todo el sector público ha llevado a los sindicatos de estos cuatro operadores a llamar a los trabajadores a seguir un paro de 24 horas.
De acuerdo con el Real Decreto Ley aprobado el 20 de julio pasado por el Gobierno, a partir del 31 de julio de 2013 quedará liberalizado el transporte ferroviario nacional de viajeros.
En este nuevo escenario de liberalización y competencia, el objetivo de Fomento es lograr un incremento del número de operadores, ampliar el acceso de los ciudadanos a servicios de alta velocidad, aumentar las mercancías transportadas y conseguir, por tanto, un servicio de calidad más competitivo y con menores precios.
Sin embargo, los sindicatos critican que los planes del Gobierno ponen en peligro miles de puestos de trabajo y "empeorarán el servicio", al tiempo que consideran que la liberalización del sector supone una privatización encubierta. EFE