Berlín, 17 jun (.).- Tomarse unas vacaciones en el sur de Europa y en muchas regiones vecinas resulta notablemente más económico para los alemanes que optar por destinos vacacionales dentro del propio país, sobre todo en España, donde los precios de los servicios de restauración y hostelería fueron en abril un 26 % inferiores a los de Alemania.
Entre los destinos vacacionales más populares del sur y el sudeste de Europa, el nivel de precios en Italia era el más alto y, aún así, las tarifas en restaurantes y hoteles estaban un 5 % por debajo de los de Alemania, según datos publicados este lunes por la Oficina Federal de Estadística (Detatis).
Los turistas alemanes pagaron un 18 % menos por los servicios de restauración y hostelería en Croacia que en Alemania, un 21 % menos en Malta, un 23 % menos en Grecia y un 24 % menos en Chipre.
Todavía más baratos resultaron destinos como España -un 26 %-, Portugal -un 32 %- y Turquía - un 41 %-.
Los niveles de precios más bajos entre todos los destinos vacacionales seleccionados se registraron en Albania -un 54 % por debajo de los alemanes-, y en Bulgaria -un 55 %-, con lo que las estancias en hoteles y las visitas a restaurantes costaron en esos dos países del sudeste de Europa menos de la mitad que en Alemania.
También en algunos países vecinos de Alemania los servicios de restauración y hostelería resultaron más baratos, como en Francia -un 2 %- y en Austria -un 3 %- y en Polonia y República Checa incluso un 19 % y un 36 %, respectivamente.
Por el contrario, unas vacaciones en el norte de Europa y en algunos otros países vecinos de Alemania resultan más caras para el turista alemán, en particular, entre los destinos vacacionales seleccionados, Suiza, un 49 %.
Las estancias en hoteles y visitas a restaurantes en otros destinos populares como Dinamarca y Noruega también fueron significativamente más caras en abril, un 33 % y un 23 %, respectivamente.
Finlandia resultó comparativamente algo más barata, aunque unas vacaciones en ese país costaban un 13 % más que en Alemania.
En los Países Bajos, los turistas tuvieron que pagar un 12 % más por los servicios de restauración y hostelería, mientras que los alemanes que escogieron Suecia, un destino muy popular, tuvieron que desembolsar un 2 % más.