Por Kiyoshi Takenaka y Osamu Tsukimori
El primer ministro de Japón, Shinzo Abe, pidió el lunes al rey Salman de Arabia Saudí que apoye que el gigante petrolero Aramco salga a bolsa en Tokio, mientras que los centros financieros asiáticos y de otros lugares intensifican sus esfuerzos para conseguir la codiciada operación de 100.000 millones de dólares.
Abe pidió al monarca saudí apoyo para captar la salida a bolsa de Aramco, y la respuesta fue que el reino estudiaría la solicitud porque quieren que los inversores japoneses compren acciones de Aramco, dijo el subsecretario del gabinete de Japón, Kotaro Nogami, a los periodistas.
Los dos líderes se encontraron el lunes, en el segundo día de la visita del monarca a Japón, como parte de un viaje por Asia de un mes de duración.
Por otro lado, los gobiernos de Japón y de Arabia Saudí dijeron en un comunicado conjunto que Aramco y la Bolsa de Valores de Tokio (TSE, por sus siglas en inglés) están considerando crear un grupo conjunto para estudiar la salida a bolsa en el país nipón de la gran petrolera saudí.
Las autoridades de Arabia Saudí planean sacar a bolsa hasta el 5 por ciento de la mayor petrolera del mundo en la bolsa saudí de Riad, la Tadawul, y también en uno o más mercados internacionales. Además del de Tokio, mercados de Nueva York, Londres, Hong Kong, Singapur y Toronto están compitiendo por lo que podría ser la mayor salida a bolsa del mundo, por un valor de hasta 100.000 millones de dólares.
Mientras que el Gobierno japonés se muestra entusiasta por conseguir la salida a bolsa de Aramco en Tokio, banqueros y abogados dijeron que es poco probable que lo consiga por la fuerte competencia y porque los inversores japoneses son menos receptivos a las compañías energéticas que a las de otros sectores como el tecnológico. La volatilidad del yen es otro factor.