7 ago (Reuters) - Abengoa (MC:ABGek) anunció el viernes un beneficio neto de 25 millones de euros en el primer trimestre del año, un período en que la compañía comenzó a sentir el impacto de la COVID-19, al tiempo que se ha visto inmersa en un proceso de reestructuración de su deuda para evitar la quiebra.
El grupo español de ingeniería había registrado una pérdida de 144 millones en el periodo equivalente (enero-marzo) de 2019.
El jueves, el grupo anunció que había logrado cerrar una refinanciación que contempla la concesión de nueva liquidez y avales, además de las modificaciones de la deuda existente y la emisión de instrumentos convertibles que convertirán a acreedores en accionistas.
Con esta operación, la empresa garantizaría, dijo, las necesidades de liquidez del grupo, que ha visto comprometida su actividad por la falta de caja.
La nueva crisis de Abengoa se desencadenó en el contexto de la pandemia de coronavirus, que ha reducido sus ingresos, mermando los proyectos de sus clientes y complicando las cadenas de suministros, sumándose todo ello a los problemas derivados de inversiones poco rentables y una elevada deuda.
La empresa, sin embargo, dijo en un comunicado enviado al supervisor bursátil el viernes que la pandemia había tenido un efecto limitado en sus cuentas en el primer trimestre, ya que el confinamiento en España y otros países se aplicó desde mediados de marzo, aunque sí prevé mayores consecuencias sobre su actividad en los siguientes trimestres.
Así, Abengoa comunicó que el importe neto de la cifra de negocios alcanzó los 367 millones de euros en el primer trimestre, lo que supone un 11% más que en el mismo periodo del 2019.
El aumento se debe, según la empresa, a una mayor ejecución en el segmento de Ingeniería y Construcción en los proyectos de Oriente Medio, así como en el segmento de concesiones debido al proyecto de cogeneración de A3T en México.
El grupo español de ingeniería también informó de un incremento del 61% que su ebitda o resultado bruto de explotación, a 74 millones de euros a marzo. .
La empresa evitó convertirse en la mayor quiebra corporativa de la historia de España en 2016, después de que su dirección llegara a un acuerdo para refinanciar deuda por 9.000 millones de euros, en un proceso que otorgó a los acreedores el control de la empresa.
(Información de Andrea Ariet; edición de Tomás Cobos)