Bruselas, 8 feb (.).- El banco holandés ABN AMRO (AS:ABNd) anunció este miércoles un programa de recompra de acciones ordinarias y certificados de acciones por un máximo de 500 millones de euros tras aumentar en 2022 su beneficio neto en un 51 %, hasta los 1.867 millones de euros.
La recompra, que comenzará mañana y finalizará a más tardar el próximo junio, podrá afectar a un máximo del 10 % de las acciones emitidas del banco, según lo acordado por su junta el año pasado, y tiene como propósito reducir el capital en acciones de la entidad, indicó el banco en un comunicado.
Según los resultados publicados hoy, ABN AMRO obtuvo un beneficio neto de 1.867 millones de euros en el conjunto del año pasado, un 51 % más, y de 354 millones de euros en el último trimestre, un 32 % superior al mismo periodo del año previo, gracias a un aumento de los ingresos por intereses, tasas y comisiones y un descenso de los gastos.
"Los resultados de 2022 estuvieron marcados por la normalización del entorno de tipos de interés y las menores provisiones, con un aumento de los ingresos por tasas del 7 %", dijo el consejero delegado de la entidad, Robert Swaak.
La rentabilidad de los recursos propios (ROE) de la entidad mejoró de hecho hasta el 8,7 %, frente al 5,8 % al cierre de 2021, mientras que el ratio de capital de máxima calidad CET 1 se situó en el 15,2 %, en línea con el año pasado.
Los ingresos netos por intereses aumentaron un 4 % en el ejercicio, hasta los 5.422 millones de euros, y los obtenidos por tasas y comisiones un 7 %, hasta los 1.778 millones de euros, mientras que los gastos cayeron un 3 %.
El banco destinó 39 millones de euros a provisiones debido a un "escenario económico menos favorable" durante el año y registró un resultado antes de imposición de 2.376 millones de euros, un 29 % más que el año anterior.
ABN AMRO pagará un dividendo de 0,67 euros por acción con cargo a los resultados de 2022.
De cara a 2023, la entidad destaca que la economía europea está mostrándose "más resiliente de lo esperado", pero aún prevén una ralentización del crecimiento y son "cautos" sobre los efectos a largo plazo de la inflación en sus clientes.