Madrid, 22 mar (.).- Los accionistas críticos de Abengoa (MC:ABGek), que ostentan el 17 % del capital, califican de "tomadura de pelo" que el futuro de la empresa se fíe a TerraMar, un fondo buitre con un capital social de apenas 10.000 dólares que sólo ha realizado tres operaciones desde su creación en 2016, y ninguna relacionada con el sector de la sevillana.
La compañía comunicó el pasado 17 de marzo un plan de reestructuración para tratar de superar sus dificultades financieras que implica la solicitud de rescate a la SEPI y de ayudas del ICO y CESCE por más de 400 millones, además de la entrada en su capital del fondo TerraMar, con un préstamo de 150 millones y una aportación de capital de 50 millones.
Con esa operación, el fondo estadounidense TerraMar terminaría controlando el 70 % de Abenewco 1, la filial a la que se han traspasado los activos más valiosos y la actividad de la maltrecha matriz, que el pasado 22 de febrero solicitó el preconcurso de acreedores.
Un plan de refinanciación que la sindicatura de accionistas AbengoaShares considera "un disparate absoluto", ya que "se solicita hasta 749 millones de dinero público para que un fondo extranjero, que aporta la tercera parte, se quede con el 70 % de la compañía".
En un comunicado difundido este lunes, denuncian que se recurra a TerraMar, un fondo "cuyo modus operandi se basa en la deslocalización, despiece y liquidación de las compañías en la que interviene", por lo que se pondría en riesgo no solo el dinero público, sino también 14.000 puestos de trabajo.
"El fondo apenas cuenta con 21 empleados y solo ha realizado tres operaciones desde su creación en 2016, por un valor de apenas 30 millones de dólares (25 millones de euros), y en sectores que nada tienen que ver con el de Abengoa", han asegurado.
Además, la sindicatura de accionistas críticos resalta la "opacidad con la que actúa el fondo" y critican que el futuro de Abengoa se deje en manos de ese fondo.
Al respecto, recuerdan que ellos mismos se comprometieron a aportar nuevos fondos mediante una ampliación de capital de hasta 30 millones y captaron el interés de otros fondos de inversión dispuestos a entrar en la compañía.
Advierten igualmente de que, el plan de reestructuración que la dirección ha puesto sobre la mesa, "que se ha realizado a espaldas de los propios accionistas", "privaría a los mismos de la propiedad de la compañía y todos sus ahorros se verían reducidos a cero".