Madrid, 14 abr (.).- La acerera española Acerinox (MC:ACX) espera volver este año a los "buenos beneficios (después de que en 2020 tuviese una ganancia neta de 49 millones de euros)" por el aumento de pedidos que está registrando y que le ha llevado a aumentar la producción.
Así lo han manifestado el presidente de la compañía, Rafael Miranda, y el consejero delegado, Bernardo Velázquez, en un encuentro con la prensa antes de la Junta Directiva de mañana en la que aprobarán la cuenta de resultados, el informe de gestión y un reparto de dividendos de 135 millones (0,50 euros por título), entre otros asuntos.
Acerinox facturó el año pasado 4.668 millones de euros (el 2 % menos que en 2019), invirtió 415 millones (de los que 398 millones fueron en la compra de VDM), produjo un 4 % menos en acería (2,14 millones de toneladas métricas), registró un ebitda ajustado de 384 millones (el 5 % menos) y tuvo una generación de caja de 421 millones de euros (337 millones del acero inoxidable y 84 millones de aleaciones de alto rendimiento).
Del presente ejercicio el consejero delegado ha indicado, que tras la vuelta al beneficio en 2020, las perspectivas "son mejores" debido a que la producción creció el 8 % en el primer trimestre de este año debido a que la cartera de pedidos aumentó el 80 % en comparación con el mismo período del año pasado, en el que la pandemia de la covid provocó el cese de la actividad en muchos países a nivel global.
Al respecto, el presidente ha destacado que, tanto en la política de recuperación de EEUU (donde tienen el 45 % de su negocio) y de Europa (el 30 % de su cartera) tras la pandemia, el acero va a ser fundamental para la movilidad eléctrica, para la construcción de nuevas infraestructuras, para la digitalización y para la transformación energética con las que quieren relanzar sus economías.
Según el consejero delegado, los grandes proyectos parados por la pandemia en ambos continentes se están reactivando desde marzo pasado y no hay grandes diferencias entre la Administración del actual presidente estadounidense, Joe Biden, y la anterior de Donald Trump.
A ello se suma que desde septiembre pasado se ha registrado una reposición de inventarios en toda la industria, a la que ha acompañado, desde noviembre pasado, una mejoría de la venta de acero para los bienes de consumo en todo el mundo (con los confinamientos ha habido más compra de electrodomésticos, se han reformado las viviendas...), lo que ha "empujado el negocio".
Si seguimos así, y el ritmo de vacunación lo permite, 2021 será un año de recuperación, han indicado los máximos directivos de Acerinox.
Esto permitirá, a juicio de Velázquez, poner en marcha los planes de Acerinox de "forma expansiva y no defensiva".
Preguntados por el futuro de su división en Malasia y de si están abiertos a la venta por los malos resultados registrados, el consejero delegado ha dicho que la están especializando y que no tienen ningún problema "ni en caja ni en ebitda", que están bajando los niveles de producción, pero están ganando en márgenes comerciales en productos en los que no está presente la competencia china.
El presidente ha precisado sobre Malasia que en el Plan estratégico de Acerinox se asegura que está filial aportará valor al conjunto de la empresa, pero que si no es así "no nos temblará la mano", pero "en este momento dulce está en buena posición".
Respecto a la menor demanda de acero del sector de la automoción, que está parando su producción por la falta de semiconductores, el consejero delegado ha señalado que le está afectando a Acerinox, pero lo están compensado con otros clientes.
En cuanto a cuáles son sus demandas ante posibles cambios de la reforma laboral española, ambos han coincidido en la necesidad de mantener medidas de flexibilidad porque es la mejor política para crear empleo.