Madrid, 22 jun (.).- La asociación de Empresas de Conservación y Explotación de Infraestructuras, Acex, ha asegurado que el sector de la conservación de carreteras está registrando pérdidas de hasta el 30-40 % por cada suministro de barrera de seguridad ante el fuerte incremento de las materias primas.
Por todo ello, se ha sumado a las patronales del sector de la construcción a la hora de reclamar una revisión de precios en los contratos, en este caso de conservación de carreteras, debido al incremento de los precios internacionales de las materias primas, muchas de ellas claves para la fabricación de elementos de seguridad vial, equipamiento, infraestructuras y señalización vertical.
A todo ello se añade la falta de abastecimiento de muchas de ellas y el aumento del precio de la energía, denuncia en un comunicado.
En este contexto, Acex solicita a las distintas Administraciones Públicas -como ya ha hecho el sector de la construcción- que tengan en cuenta en las próximas licitaciones los precios actuales de las materias primas y la incorporación de cláusulas de revisión, y, para los contratos en vigor, la habilitación de un expediente extraordinario.
Según la asociación, durante abril se registraron subidas medias de más del 50 % en los materiales para mantenimiento y obras de carreteras (aluminio, materiales bituminosos, cemento, plásticos, productos químicos, áridos y rocas, materiales siderúrgicos, etc.), a lo que se suma el encarecimiento del transporte marítimo, que se incrementó un 300 % como promedio.
Todo ello, unido a la falta de actividad originada por la pandemia de la covid que ha afectado a la señalización y los sistemas de contención de las carreteras, el sector de la conservación de carreteras está registrando pérdidas de hasta el 40 % por cada suministro de barrera de seguridad.
Esta coyuntura afecta especialmente a las empresas que tienen firmados contratos plurianuales sin fórmula de revisión de precios, como es el caso de las de conservación de carreteras, cuyos contratos con la Administración normalmente tienen una duración de 5 a 6 años.
Por todo ello, insisten en que el encarecimiento de las materias primas es inasumible por los contratos de conservación, tiene su repercusión minimizando los recursos últimos destinados al mantenimiento de las carreteras y de mantenerse en el tiempo podría afectar a la movilidad de los ciudadanos, a la competitividad del país y a la seguridad de los usuarios.