Ginebra, 1 feb (.).- El descontento del colectivo agrícola en Francia y en otros países europeos como Alemania y Bélgica se extiende poco a poco a Suiza, especialmente a los cantones de habla francesa, donde varios colectivos de agricultores han mostrado esta semana su apoyo a las protestas en los países vecinos.
Según recogía hoy la versión digital del diario Tribune de Genève, desde el pasado fin de semana los agricultores de varias localidades del cantón ginebrino han comenzado a movilizarse mediante acciones como la colocación de carteles invertidos a la entrada de sus poblaciones en señal de solidaridad con el sector agrícola francés y alemán, donde ese acto también ha simbolizado las protestas.
El diario suizo también se hizo eco de la creación de un grupo en la red social Facebook (NASDAQ:META) llamado "Revuelta agrícola suiza", el cual acumula más de 5.000 miembros y ya ha anunciado nuevas acciones reivindicativas para la próxima semana.
Por su parte, AgriGèneve, la organización coordinadora de la agricultura en Ginebra, lanzó el pasado lunes un comunicado en el que mostraba su "apoyo total" a las movilizaciones actuales en otros países siempre que no escalen a niveles "violentos y desmesurados".
"Aunque tenemos un marco político e institucional diferente, la mayoría de reivindicaciones del campesinado francés pueden verse reflejadas en Suiza", indicó la organización en el comunicado.
También denunciaba la creación de medidas "ineficaces, incomprensibles e inaplicables" al sector agrícola por parte de la Confederación Helvética, así como una "fuerte subida de las cargas" desde la pandemia de la covid-19.
En este sentido, el director de la organización, François Erard, aseguró que los agricultores suizos se enfrentan a "los mismos problemas" que sus homólogos franceses: competencia desleal por parte del extranjero, falta de reconocimiento de la profesión y unos ingresos demasiado bajos que provocan que la actividad sea poco atractiva desde el punto de vista financiero.
Ante esta situación, piden al Gobierno helvético un aumento del 10 % de los fondos pagados a la producción para asegurar unos "ingresos decentes" a los agricultores suizos.