Berlín, 26 mar (.).- El Gobierno alemán aseguró este viernes que está interesado en "minimizar todo tipo de ingresos por viajes" en el país y que por eso analiza la viabilidad legal de prohibir de forma temporal las llegadas en Semana Santa.
El portavoz del Ejecutivo alemán, Steffen Seibert, respondió de esta forma en una rueda de prensa ordinaria al ser interrogado por el estudio sobre la propuesta para evitar viajes al extranjero durante las vacaciones, especialmente a las islas Baleares, un destino muy demandado desde que las autoridades alemanes las sacaron de la lista de zona de riesgo.
"Hay interés por parte del Estado por minimizar todo tipo de ingresos por viajes. Por eso se analiza", aseguró Seibert.
El portavoz señaló que la cuestión es "relevante" y que se está estudiando "minuciosamente" porque suscita dudas legales.
Según distintos expertos, esta medida podría chocar con la libertad de movimiento dentro de la zona Schengen y con el derecho de todo alemán de regresar a su país.
Seibert agregó que no hay un plazo fijo para cerrar este análisis pero que confía en que se concluya en breve al ser preguntado sobre la urgencia necesaria ante el inminente inicio de las vacaciones de Semana Santa.
La canciller alemana, Angela Merkel, ya reconoció este jueves los "notables problemas legales" que entraña esta medida y subrayó que el país debe comportarse siempre siguiendo la ley.
La cuestión surgió a raíz de la polémica desatada por el repunte de reservas por Semana Santa para las Baleares, después de que éstas y otras regiones españolas quedaran desde el 12 de marzo fuera de la lista de zonas de riesgo por la pandemia.
Por el momento, el Gobierno alemán va a obligar a partir del martes a todos los viajeros que ingresen en el país, independientemente del lugar de procedencia del viajero, a presentar un test negativo.
Hasta ahora, la exigencia de presentar un PCR negativo antes de emprender un vuelo hacia Alemania regía para los viajeros desde zonas denominadas de "alta incidencia" o con "presencia de variantes" del coronavirus.
Los procedentes de regiones calificadas "de riesgo" podían hacérselo hasta 48 horas después de haber entrado en el país.
El Gobierno alemán recomienda desde hace meses encarecidamente evitar todo viaje no esencial, lo que incluye los desplazamientos y pernoctaciones turísticas en el propio país.
El propósito es restringir la movilidad, al menos para viajes no esenciales, lo que se acentuó ahora por el repunte de nuevos contagios que se observa de forma continuada y desde hace varias semanas en Alemania.
La incidencia acumulada en siete días aumentó este viernes a 119,1 contagios por 100.000 habitantes. A mediados de febrero se logró descender hasta los 58.