Londres, 7 feb (EFE).- El futuro gobernador del Banco de Inglaterra, el canadiense Mark Carney, defendió hoy sus emolumentos de 800.000 libras (926.00 euros) anuales en su primera comparecencia ante la comisión del Tesoro del Parlamento británico, al tiempo que dio algunas indicaciones sobre la que será su política.
Carney, de 47 años y hasta ahora gobernador del Banco de Canadá, fue nombrado sucesor de Mervyn King el pasado noviembre contra pronóstico y asumirá el cargo el próximo 1 de julio.
Como parte del incentivo para animarle a aceptar el cargo -que él había rechazado anteriormente-, el Gobierno británico aceptó cambiar las condiciones del puesto y, entre otras, redujo el mandato de ocho a cinco años.
Además, prometió al prestigioso economista un paquete salarial que asciende a más de 800.000 libras, lo que incluye un sueldo de 480.000 libras (556.000 euros), 250.000 libras (290.000 euros) de ayuda de vivienda y hasta 144.000 libras (166.000 euros) en contribuciones a la pensión.
Carney defendió hoy la idoneidad de esos emolumentos en un momento en que los empleados públicos, entre ellos los del Banco de Inglaterra, lo tienen congelado, y argumentó que era "equivalente" al de su predecesor en cuanto a salario y pensión.
King, que es gobernador desde 2003, tiene un salario de 305.000 libras (350.000 euros) anuales más la pensión.
En cuanto a la considerable ayuda de vivienda, argumentó que era "habitual" que se ofreciera este incentivo a los ejecutivos que se trasladan de ciudad.
"Me mudo de una de las capitales más baratas del mundo, Ottawa, a una de las más caras del mundo", subrayó.
En su comparecencia ante la comisión, Carney dio algunas indicaciones sobre su futura gestión del banco emisor inglés, que, además de la política monetaria, asumirá ahora competencias sobre regulación bancaria y estabilidad financiera.
En una declaración escrita presentada a los diputados paralelamente, afirmó que "la política monetaria debe revisarse periódicamente" y dijo que "la mayor contribución que esa política puede hacer al bienestar económico de los ciudadanos es garantizar la estabilidad de los precios", en una posible indicación de que priorizará la inflación.
Carney, el primer extranjero al frente del Banco de Inglaterra en sus 319 años de historia, señaló que desea trabajar "en consenso" con el Gobierno y los organismos financieras, y opinó que los bancos centrales deben tener en cuenta al decidir sus políticas la disparidad de ingresos en la sociedad y el desempleo. EFE