Alicante, 15 sep (.).- La fábrica de productos laminados de aluminio Aludium en Alicante prevé facturar unos 200 millones de euros este año, respecto a los 150 conseguidos en 2021, con bueno augurios de negocio pese a la incertidumbre de los mercados internacionales y a la expectativa de ampliar plantilla por unos nuevos hornos de fundición.
Así lo ha anunciado hoy el director de la planta alicantina, José Ignacio Juan Planelles, con motivo de un acto para celebrar que la fábrica ya ha culminado la construcción del nuevo 'laminador 2' que, con una inversión de 12,5 millones de euros, ha reemplazado al anterior, que se quemó en un virulento incendio ocurrido el 3 de abril de 2021.
El incremento de la facturación que espera Aludium para este año se explica, según Juan Planelles, en el aumento del precio del aluminio en los mercados internacionales durante los últimos meses, lo que ha hecho que los beneficios antes de amortizaciones e impuestos, el Ebidta, pase de los 35 millones de euros del pasado ejercicio a una previsión de 50 millones en 2022.
La planta de Aludium en Alicante tiene una alta especialización en el laminado de aluminio para distintos mercados, especialmente para las chapas que se utilizan en la construcción de edificios, aunque también es referente mundial tanto en la fabricación de tapones de rosca de bebidas como en el embalaje de productos del sector cosmético.
Además, se dedica a otros muchos artículos de "muy alto valor añadido" que sirve en cantidades menores para distintos tipos de industrias, muchas de ellas agroalimentarias.
Esta especialización hace que la fábrica de Alicante tenga comprometido el 95 % de su capacidad productiva, que en 2022 se situará en las 70.000 toneladas y el próximo año podría situarse en una cantidad cercana, debido a la incertidumbre económica.
En las tareas de habilitación del nuevo laminador han intervenido 250 personas de 50 empresas, y han colaborado las plantas del grupo de Amorebieta (Vizcaya) y Alumasa (Badajoz), que absorbieron provisionalmente gran parte de la carga de trabajo y desviaron parte de la suya a la zona de Alicante no afectada por las llamas.
EFE
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