Tokio, 16 jul (.).- Japón gastó unos 2 billones de yenes (unos 12.000 millones de euros) en su aparente última intervención en el mercado de divisas del pasado viernes para contener la caída del yen frente al dólar, según los datos publicados este martes por el banco central nipón y analizados por expertos.
Las autoridades japonesas, por el momento, no han confirmado su última intervención ni aportado datos oficiales que la confirmen, aunque los analistas ya señalaban la mano del Estado debido al repentino salto en la cotización del yen el viernes, y después de que el Ejecutivo nipón amenazara con nuevas acciones de este tipo para contener la devaluación de la divisa nacional.
El yen subió súbitamente ese día hasta las 157,40 unidades por dólar desde la franja media de las 161 unidades en su mayor alza diaria desde finales de 2022, justo después de la publicación de los datos de inflación en Estados Unidos, que mostraron un mayor enfriamiento en junio.
El volumen de la posible intervención puede calcularse a partir de las variaciones en la balanza de la cuenta corriente del Banco de Japón (BoJ), cuyos últimos datos fueron publicados este martes y muestran un movimiento de los citados 2 billones de yenes, según las estimaciones de la firma financiera Totan Research recogidas por medios locales.
El Ministerio de Finanzas de Japón publicará a finales de mes unas estadísticas oficiales que ofrecerán la última pista definitiva sobre si tuvo lugar o no la intervención del BoJ.
Antes del movimiento del viernes, el yen había llegado a tocar su nivel más bajo con respecto al dólar en 38 años recientemente debido a la persistente y amplia brecha entre las tasas de interés existentes en Estados Unidos y Japón.
El viceministro japonés de Finanzas y principal responsable en cuestiones de divisas, Masato Kanda, se mostró esquivo tras el rápido repunte del yen al afirmar "no se encontraba en posición para comentar" si hubo una intervención.
Las últimas intervenciones monetarias del Gobierno japonés de las que se tienen constancia se produjeron entre finales del pasado abril y mayo, período en el que el Ministerio de Finanzas desembolsó 9 billones de yenes (unos 52.140 millones de euros) para frenar la rápida depreciación del yen.