Londres, 24 may (EFE).- El personal de cabina de British Airways
(BA) comenzó hoy la primera de las tres huelgas de cinco días de
duración cada una en protesta por los despidos y el empeoramiento de
sus condiciones salariales y laborales.
El sindicato Unite, que representa a esos trabajadores, exige
también que la empresa suspenda las sanciones contra quienes
participaron en las anteriores huelgas de marzo, a los que BA ha
retirado el derecho a vuelos anuales gratuitos y otras ventajas.
La empresa y el sindicato se acusan mutuamente de no querer
llegar a un acuerdo para resolver la disputa.
El domingo por la tarde, uno de los dos secretarios generales de
Unite, Tom Woodley, ofreció a la empresa suspender el paro si
aceptaba restituir a los anteriores huelguistas sus ventajas en
materia de vuelos.
La empresa, sin embargo, publicó un comunicado en el que acusó al
sindicato de no haber aceptado la invitación del servicio de
conciliación para mantener ayer nuevas conversaciones y tratar en
cambio de negociar a través de los medios de comunicación.
"Ya ofrecimos devolver las ventajas en materia de viajes al
personal de cabina una vez implementados los otros elementos de
nuestra oferta", indicaba el comunicado de British Airways, en el
que se acusaba a los dirigentes de Unite de no controlar a sus
afiliados de la asociación de azafatas y auxiliares de vuelo.
Pese a la huelga, British Airways afirma que operará el 60 por
ciento de las rutas de larga distancia y como mínimo un 50 por
ciento de las de larga duración desde el aeropuerto de Heathrow y
que no se verán afectadas en cambio las de Gatwick o el London City.
La aerolínea se ha propuesto transportar a más de 60.000 viajeros
al día durante la huelga y ha alquilado para ello ocho aviones con
pilotos y el correspondiente personal de cabina a otras aerolíneas
británicas y extranjeras.
Los trabajadores de cabina insisten en recuperar su derecho a las
tarifas especiales en los vuelos de BA -pagan un 10 por ciento del
billete normal- porque en muchos casos no viven en Londres sino en
otras ciudades del Reino Unido e incluso del continente y aprovechan
esos precios para acudir el trabajo. EFE