Riad, 7 jun (.).- La petrolera estatal saudí, Aramco (SE:2222), anunció este domingo que se dispone a lanzar una nueva emisión internacional de deuda, esta vez en sukuk, los bonos conformes a la religión islámica, para lo que dijo haber contratado ya a varios bancos.
"Aramco anuncia su intención de emitir certificados internacionales conformes a la 'sharia' (la ley islámica) en conformidad con su Programa de Emisión de Deuda", indicó la compañía en un anuncio enviado a la bolsa saludí, el Tadawul.
La petrolera afirmó que los bonos estarán denominados en dólares y se emitirán de forma directa y no garantizada por una cantidad no precisada que está "sujeta a las condiciones del mercado".
Añadió que "los ingresos netos por cada emisión de bonos será empleado por Aramco para sus fines corporativos generales para cualquier otra finalidad especificada en las Condiciones Finales para una serie de bonos".
Esta medida se suma a varias otras operaciones para conseguir financiación llevadas en los últimos meses por Aramco, que en 2020 repartió 75.000 millones de dólares en dividendos para sus accionistas y se propone mantenerlos en el mismo nivel este año, pese a la caída de sus ingresos por la crisis provocada por la pandemia de covid-19.
La empresa estatal saudí ha encargado la organización del lanzamiento de esta deuda a una docena de bancos, entre ellos BNP Paribas (PA:BNPP), Citi, Goldman Sachs (NYSE:GS), HSBD, JP Morgan (NYSE:JPM) y Morgan Stanley (NYSE:MS).
Los bonos islámicos sukuks tienen las ventajas de que se pagan unos beneficios fijos a intervalos regulares predeterminados sin estar sujetos a intereses, asegurando un flujo regular de efectivo.
Moody's otorgó un calificación de (P)A1 al programa de sukuks al considerar que sus compradores estarán expuestos a riesgo de deuda sénior no garantizada de Aramco.
"Ha recibido una perspectiva negativa en línea con la perspectiva negativa de las calificaciones actuales de Aramco", indicó al agencia calificadora en un comunicado.
Debido a los bajos precios del petróleo por la pandemia, los beneficios netos de Aramco cayeron un 44,43 % en 2020 hasta los 49.003 millones de dólares, por lo que se ha visto obligado a reducir sus gastos, recortar empleos y vender algunos activos auxiliares.
Además, el pasado abril la familia real saudí, que mantiene la mayoría de las acciones de la compañía tras haber vendido un 1,5 % de los títulos en 2019, anunció que estaba en negociaciones para vender un 1 % más a una firma extranjera.