Buenos Aires, 29 may (.).- Argentina y sus acreedores privados han acercado posiciones en los últimos días en la negociación que mantienen para reestructurar bonos por 66.238 millones de dólares, pero aún sin un acuerdo a la vista que permita al país suramericano hacer más sostenible su pesada deuda pública.
Las partes mantienen el diálogo tras intercambiar esta semana nuevas propuestas para avanzar hacia un eventual canje.
El martes, el Gobierno de Alberto Fernández presentó a los grandes grupos de acreedores, liderados por fondos de inversión, una propuesta revisada de la oferta que presentó Argentina el pasado mes de abril.
La propuesta revisada deja en dos años el período de gracia de tres que pedía inicialmente, mantiene similares tasas de interés para los nuevos bonos, acorta levemente la duración de los nuevos títulos y agrega un bono en dólares.
Los tres grandes grupos de acreedores presentaron un día después una contraoferta conjunta, que según explicó ayer el ministro de Economía argentino, Martín Guzmán, es insuficiente para las necesidades del país".
Guzmán sin embargo, valoró el "acercamiento" en las conversaciones, aclarando que "aún hay un camino importante por recorrer" para llegar a un acuerdo.
El Grupo Ad Hoc emitió este viernes un comunicado en el que señaló: "Alentamos al Gobierno argentino a actuar ahora y comprometerse con nuestra nueva propuesta", dijo el grupo, que posee por sí solo casi un tercio de los bonos en juegos en esta negociación.
Argentina ha prorrogado ya dos veces en mayo el plazo para que los acreedores se adhieran a su propuesta inicial de reestructuración y la fecha límite vigente es el próximo martes 2 de junio, aunque en el mercado no descartan que vuelva a extenderse con vistas a continuar las negociaciones con los tenedores de bonos.
Las conversaciones se mantienen abiertas aún cuando hace una semana Argentina incumplió un pago de 500 millones de dólares de intereses de tres bonos incluidos en la propuesta de reestructuración, lo que le valió al país suramericano una rebaja en su calificación crediticia, hasta notas de cese de pagos "selectivo".