París, 30 abr (.).- Arnaud Lagardère ha dimitido temporalmente de sus funciones al frente del grupo que lleva su nombre, y que desde finales de 2023 fue absorbido por Vivendi (EPA:VIV), porque la Justicia le ha obligado a dejar esas funciones directivas al imputarlo por desviar fondos de la empresa para su beneficio personal.
En un comunicado, la compañía indicó que Arnaud Lagardère ha informado este martes a los administradores de su inculpación y de que tiene intención de recurrirla.
En cualquier caso, y aunque también la va a contestar en los tribunales, eso conlleva una medida provisional que le prohíbe continuar con la gestión.
Los administradores, según el propio relato de la empresa, han tomado nota de su dimisión y van a reunirse "próximamente" para "tomar todas las disposiciones provisionales requeridas para sacar las consecuencias y garantizar la buena gobernanza del grupo esperando la posibilidad de que Arnaud Lagardère retome la dirección efectiva".
Además, se esforzaron en subrayar que Arnaud Lagardère sigue siendo presuntamente inocente y que su inculpación no prejuzga el desarrollo futuro del procedimiento en su contra.
Un procedimiento que, según quisieron destacar, se refiere sobre todo a la gestión de empresas personales que son propiedad íntegramente de Arnaud Lagardère y que "no implican a ninguna sociedad del grupo Lagardère".
Admitieron que hay una parte que afecta a Lagardère SA, por los cargos de compra de votos, abuso de poder y difusión de información falsa o engañosa, pero "únicamente por hechos de 2018 y 2019" y que el interesado "contesta firmemente".
Arnaud Lagardère (63 años) es el heredero del emporio empresarial de su padre, Jean-Luc, muerto en 2003, que desde entonces ha quedado reducido muy significativamente.
Después de desembarazarse de los negocios de aeronáutica y defensa, que esencialmente acabaron integrados en lo que actualmente es Airbus (EPA:AIR), Arnaud Lagardère se centró en la gestión del negocio de los medios, la comunicación, la edición y las tiendas de productos de ocio.
Un negocio que en los últimos años fue acumulando una deuda que amenazaba su continuidad y que le condujo a ceder el control a Vivendi y a su primer accionista, el magnate Vincent Bolloré, lo que se formalizó el pasado año.
En concreto, Lagardère fue absorbida en noviembre por Vivendi, una operación que estaba en marcha desde 2020 pero que no fue autorizada por la Comisión Europea hasta junio de 2023, y finalmente condicionada a la cesión de Editis, un gigante de la edición, y a la revista Gala.
En los tres primeros meses de 2024, Lagardère ingresó 1.883 millones de euros, lo que en términos comparables significó un aumento del 8,9 %.