Nueva York, 27 sep (EFE).- El primer ministro italiano, el tecnócrata Mario Monti, no descartó hoy en Nueva York la posibilidad de dirigir el Gobierno que emerja de las urnas en las próximas elecciones del país previstas para abril de 2013 si "hubiera una circunstancia especial".
Monti aseguró que "lo normal" es que, después de los comicios, los partidos políticos presenten a uno de sus miembros para ocupar el puesto de primer ministro, pero admitió que "si hubiera una circunstancia especial, que espero que no se produzca, y me lo piden, consideraría la situación".
Durante una conferencia organizada por el Council On Foreign Relations de Nueva York, el jefe del Ejecutivo italiano, quien hasta ahora había cerrado la puerta a la posibilidad de un segundo mandato, confió en que las elecciones arrojen un "resultado claro" y el Gobierno sea dirigido por un líder político.
Sin embargo, "si es que hubiera una circunstancia en la que crean que yo pudiera ser de ayuda después de esas elecciones, estaré allí y lo consideraré", manifestó Monti, quien formó en noviembre del año pasado un Gobierno tecnócrata en Italia tras la dimisión de Silvio Berlusconi.
Hace dos días en declaraciones al canal CNN, el primer ministro italiano dijo que no se presentará a las elecciones generales de su país del año próximo y que mantendrá su puesto de senador vitalicio.
"Creo que es importante que el juego político se reanude en Italia, espero que con un mayor grado de responsabilidad y madurez", indicó Monti.
El excomisario europeo de Competencia, quien se encuentra en Nueva York para participar en los debates de la 67 Asamblea General de la ONU, recordó que su "espíritu por servir estuvo ahí cuando me pidió el presidente (ser primer ministro), pero no preveo que vaya a ser necesaria una segunda ocasión".
En ese encuentro, enmarcado en los desafíos que afronta el euro y en el futuro de la integración europea, Monti reiteró que no cree que Grecia vaya a verse obligada a abandonar la zona euro y alertó nuevamente del peligro para el sistema que podría ocasionar esa eventualidad.
Preguntado sobre su relación con la canciller alemana, Angela Merkel, el primer ministro italiano dijo que la "admira sinceramente".
"Soy un italiano raro, muy contaminado por el gusto alemán a la disciplina y el orden, no quiero que los países se vuelvan en contra de esa disciplina, en contra de Alemania, y esto está pasando en algunos países del sur de Europa", aseguró.
En relación a las recetas necesarias para conseguir que el Viejo Continente afronte la crisis de deuda que atraviesa, Monti prescribió más unión bancaria, una integrada supervisión financiera europea, ser más precisos en la unión fiscal y avanzar en la unión política. EFE