París, 14 feb (EFE).- El jefe de la Secretaría General Iberoamericana (Segib), Enrique Iglesias, advirtió hoy contra el "latino optimismo" que se ha generado ante la resistencia de Latinoamérica a la crisis financiera global, porque la región necesita reformas importantes y favorecer su integración.
"Hay desafíos internos muy importantes" en Latinoamérica; aunque "no fuimos parte de la crisis, fuimos parte de la solución", señaló Iglesias en una conferencia en París organizada por el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y Sciences Po.
Insistió en que "tenemos que tener cuidado con el latino optimismo", y en primer lugar avisó de que la economía de la región no puede caer, como en el pasado, en una dependencia de las materias primas pese a los precios elevados de los que se ha beneficiado en los últimos años.
A su juicio, hay que trabajar sobre todo en la formación y en el desarrollo tecnológico para modificar el modelo económico, así como proceder a "una reforma del Estado", y "en esta línea, la integración (de América Latina) adquiere un valor importante".
Destacó la importancia de las relaciones con Europa, de la que "se puede esperar un gran apoyo en la formación de recursos humanos", pero también en materia de esfuerzo tecnológico, y en el establecimiento de posiciones comunes en las cuestiones internacionales.
Iglesias consideró que una de las consecuencias de la crisis global es la nueva re-distribución del poder económico en el mundo que, entre otras cosas, se traduce en que "América Latina es la gran región emergente del mundo occidental".
A su juicio, "hay que pensar en la construcción de un nuevo orden económico mundial", lo que necesita "una enorme vocación de acuerdo".
Aventuró que eso "no estará exento de tensiones" porque, a diferencia del que surgió al final de la Segunda Guerra Mundial -que fue de concepción occidental-, debe ser un proceso de concertación entre culturas muy diferentes. En ese contexto, se pronunció por "un nuevo multilateralismo".
El secretario general de la Segib, que contó su experiencia europea al vivir en España, se mostró preocupado por "la desafección de la ciudadanía" del Viejo Continente hacia sus sistemas sociopolíticos y económicos, pero también "el euro-pesimismo".
Indicó que aunque parece que se han superado los momentos de mayor tensión, "no están resueltos los temas de fondo" en Europa, que necesitará "grandes ajustes", y en particular "deberá ser conciliado (...) el gran dilema" entre el reequilibrio de los balances fiscales y el Estado del Bienestar.
En todo caso, Iglesias quiso mostrar su esperanza teniendo en cuenta que "Europa es una potencia de una gran capacidad de reacción". EFE