Pekín, 2 oct (EFE).- El carbón continuó siendo en 2008 el
principal combustible para la tercera economía mundial, con un 69
por ciento de su estructura energética, seguido del petróleo y gas
natural, con un 22 por ciento, informó hoy el Buró Nacional de
Estadísticas de China.
China superó a Estados Unidos en los últimos años como principal
emisor de dióxido de carbono del planeta, en buena parte por el uso
del carbón, por lo que está promoviendo el uso de energías
alternativas y renovables, que el año pasado ascendieron hasta un 9
por ciento.
El país asiático incluye en este último sector la energía
nuclear, junto con la hidroeléctrica, la eólica y la solar.
En 2008 la capacidad instalada de hidroeléctricas alcanzó los 170
millones de kilovatios, la mayor del mundo, según la administración
china, y su porcentaje en la estructura energética alcanzó un 7,4
por ciento, desde el uno por ciento que representaba en 1949.
En cuanto a la energía nuclear, el año pasado alcanzó los 8,85
millones de kilovatios de capacidad instalada y en uso, distribuidas
en once reactores y tres centrales: Qinshan, en la provincia
oriental de Zhejiang; Dayawan, en la de Cantón (sur); y Tianwan en
Jiangsu (este).
China está inmersa en un ambicioso plan de desarrollo de energía
nuclear para duplicar la capacidad en la próxima década.
La energía eólica alcanzó los 12,21 millones de kilovatios, lo
que convierte a China en el cuarto país del mundo en el uso de esta
energía.
Y en cuanto al sector solar, el año pasado produjo más de 6.000
toneladas de silicona policristalina, un material clave para
producir energía solar, y dos millones de kilovatios de células
fotovoltaicas.
A pesar de este progreso, la Administración Nacional de Energía
informó también hoy de que unos dos millones de hogares carecen de
suministro eléctrico.
En 2008, el consumo per cápita de electricidad en China se
mantuvo en 300 kilovatios, desde apenas una unidad en 1949, cuando
la mayoría de las áreas rurales carecían de este suministro.
Desde 1998 el país asiático ha invertido 58.570 millones de
dólares (40.300 millones de euros) en construir la red de suministro
eléctrico en las zonas rurales chinas, donde todavía habita la mayor
parte de la población. EFE