Santiago de Chile, 28 nov (EFE).- La inversión en el sector de la construcción crecerá en Chile un 4,0 % en 2014, un punto menos que el crecimiento del 5,0 % con que cerrará este año, según proyecciones difundidas hoy por la Cámara Chilena de la Construcción.
El 5 % de aumento de la inversión sectorial previsto para 2013 supone además una caída de 1,5 puntos respecto de la proyección anterior de la entidad empresarial, dada a conocer a mediados de año.
"Esta corrección se explica básicamente por la menor expansión de la inversión en infraestructura, que es de alta incidencia en los resultados del sector", dijo en una rueda de prensa Javier Hurtado, gerente de Estudios de la Cámara.
La proyección para el 2014, en tanto, se ajusta a una moderación de la inversión en minería y a las expectativas de menor crecimiento, tanto para la construcción como para la economía en general que han manifestado diversas fuentes oficiales, precisó.
Se alinea además "con una menor inversión pública esperada, la paralización de concesiones y una mayor incertidumbre en la infraestructura privada", añadió durante la presentación "Balance 2013 - Proyecciones 2014" del gremio empresarial.
La finalización del proceso de reconstrucción tras el terremoto de febrero de 2010 también influirá en la cifra de inversión, acotó y subrayó que la proyección de inversión sectorial está condicionada, entre otros aspectos, por una alta incertidumbre respecto de la materialización de la cartera de proyectos de infraestructura privada.
Si bien los proyectos cuentan con aprobación ambiental, están expuestos a eventuales reprogramaciones o aplazamientos, en particular los del área energética, "que enfrentan cada vez más dificultades para materializarse" y los mineros, "altamente sensibles al desempeño económico y financiero internacional", precisó Javier Hurtado.
Según la Cámara de la Construcción, diversos factores podrían afectar negativamente el desempeño del sector el próximo año, entre ellos una mayor volatilidad de los mercados financieros externos y el deterioro de las expectativas económicas internas.
También una mayor incertidumbre respecto de la materialización de la cartera de proyectos de infraestructura y posibles retrasos en la ejecución presupuestaria de los programas de subsidio para la construcción de vivienda pública. EFE