Damasco, 25 dic (EFE).- El régimen de Bachar al Asad firmó hoy un acuerdo con Rusia para la exploración, desarrollo y producción de petróleo en las aguas territoriales de Siria, informaron medios de comunicación oficiales del país árabe.
El convenio fue suscrito por el Ministerio sirio de Petróleo y Recursos Minerales y la compañía rusa Soyuz Naftagaz y prevé la exploración de una superficie de 2.190 kilómetros cuadrados en el mar Mediterráneo entre las ciudades sirias de Banias y de Tartús.
La etapa de sondeo contará con un presupuesto de 15 millones de dólares, mientras que la perforación de un pozo a modo de prueba costará unos 75 millones de dólares.
Si estas operaciones tienen éxito, la compañía rusa proseguirá con la fase de perforación, desarrollo y producción de crudo.
El contrato incluye también la capacitación de trabajadores de la Autoridad General Siria de Petróleo.
La compañía rusa se encargará de financiar todas las etapas del contrato y, según los medios sirios, comenzará sus actividades tras su ratificación y publicación del contrato.
El ministro sirio de Petróleo, Alí Suleimán Abás, destacó que el acuerdo es el resultado de una cooperación bilateral fructífera, y subrayó que su aplicación en las circunstancias por las que pasa actualmente Siria es un gran reto.
Abás expresó su deseo de que el convenio firmado hoy anime a las compañías de "países amigos", como Rusia, a venir e invertir en Siria y a llevar a cabo proyectos petroleros.
A finales de noviembre, el Consejo de Ministros sirio dio luz verde a este acuerdo.
Según datos oficiales, Siria tiene unas reservas estimadas de 237.000 millones de barriles de crudo y producía 380.000 barriles al día hasta hace dos años.
La mayor parte del petróleo se encuentra en las provincias nororientales de Al Hasaka, Deir al Zur y Al Raqa, donde los yacimientos están en manos rebeldes.
El pasado 23 de noviembre, las autoridades perdieron el control del mayor campo del país, el yacimiento de Al Omar, en el noreste, tras intensos combates contra islamistas.
Antes del inicio del conflicto, el principal comprador del crudo sirio era la Unión Europea (UE), pero su venta cesó a finales de 2011 por la prohibición de EEUU y de la UE a las importaciones de petróleo sirias con el fin de presionar al Gobierno de Damasco por la represión de las protestas que comenzaron en marzo de ese año.
Desde el comienzo de levantamiento en marzo de 2011, la producción se ha reducido a 20.000 barriles diarios. EFE
El convenio fue suscrito por el Ministerio sirio de Petróleo y Recursos Minerales y la compañía rusa Soyuz Naftagaz y prevé la exploración de una superficie de 2.190 kilómetros cuadrados en el mar Mediterráneo entre las ciudades sirias de Banias y de Tartús.
La etapa de sondeo contará con un presupuesto de 15 millones de dólares, mientras que la perforación de un pozo a modo de prueba costará unos 75 millones de dólares.
Si estas operaciones tienen éxito, la compañía rusa proseguirá con la fase de perforación, desarrollo y producción de crudo.
El contrato incluye también la capacitación de trabajadores de la Autoridad General Siria de Petróleo.
La compañía rusa se encargará de financiar todas las etapas del contrato y, según los medios sirios, comenzará sus actividades tras su ratificación y publicación del contrato.
El ministro sirio de Petróleo, Alí Suleimán Abás, destacó que el acuerdo es el resultado de una cooperación bilateral fructífera, y subrayó que su aplicación en las circunstancias por las que pasa actualmente Siria es un gran reto.
Abás expresó su deseo de que el convenio firmado hoy anime a las compañías de "países amigos", como Rusia, a venir e invertir en Siria y a llevar a cabo proyectos petroleros.
A finales de noviembre, el Consejo de Ministros sirio dio luz verde a este acuerdo.
Según datos oficiales, Siria tiene unas reservas estimadas de 237.000 millones de barriles de crudo y producía 380.000 barriles al día hasta hace dos años.
La mayor parte del petróleo se encuentra en las provincias nororientales de Al Hasaka, Deir al Zur y Al Raqa, donde los yacimientos están en manos rebeldes.
El pasado 23 de noviembre, las autoridades perdieron el control del mayor campo del país, el yacimiento de Al Omar, en el noreste, tras intensos combates contra islamistas.
Antes del inicio del conflicto, el principal comprador del crudo sirio era la Unión Europea (UE), pero su venta cesó a finales de 2011 por la prohibición de EEUU y de la UE a las importaciones de petróleo sirias con el fin de presionar al Gobierno de Damasco por la represión de las protestas que comenzaron en marzo de ese año.
Desde el comienzo de levantamiento en marzo de 2011, la producción se ha reducido a 20.000 barriles diarios. EFE