Lisboa, 26 feb (EFE).- El principal sindicato de Portugal, el comunista CGTP, criticó el papel del Banco Central Europeo (BCE) y calculó que el país pasará a pagar por los intereses de la deuda de los actuales 20 millones mensuales hasta 24 millones en el 2019.
Después de una reunión celebrada hoy en Lisboa con la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI), a la que también asistió la patronal Confederación del Comercio Portugués (CCP), el secretario general de la CGTP, Arménio Carlos, censuró de estos organismos internacionales.
Para ellos "los mercados tienen un papel sacro santo y están encima de todo y de todos", lamentó el sindicalista, quien recordó que el BCE tiene "un papel preponderante" para la financiación a los Estados que no ejerce.
Según datos del líder de la Confederación General de Trabajadores de Portugal, el 25 % de los niños portugueses están en riesgo de pobreza y uno de cada cuatro desempleados lusos ya no tiene acceso al seguro por paro.
La Comisión Europea, el (FMI) y el BCE -la 'troika' acreedora en Portugal- también fue blanco de las crítica de Joao Vieira Lopes, responsable de la CCP, quien lamentó la "actitud autista" y la "arrogancia" de los tres organismos en relación a los resultados del programa de austeridad aplicado desde mayo del 2011.
La troika "habló mucho y habló erróneamente. Fue arrogante y dijo que el programa estaba funcionando", sostuvo.
"Estamos con recelo por saber cómo reaccionará la economía con el corte de los rendimientos de las personas", agregó Vieira Lopes.
La UE y el FMI se reunió hoy también con el principal partido en el Gobierno de Portugal, el conservador PSD, cuyo vicepresidente Miguel Frasquilho, defendió que el país acuda a algún mecanismo de apoyo comunitario una vez finalice su programa de asistencia financiera, a mediados de mayo.
El representante del PSD justificó su postura por la presión que ejercen los mercados sobre la deuda soberana lusa a diez años (en torno al 4,8 %), frente al 3,5 % de Irlanda, que abandonó el programa sin respaldo, en el tramo final de su rescate.
Desde que Portugal firmó un rescate financiero con el FMI y la UE en mayo del 2011, el aumento de impuestos, subidas en el precio en servicios como la sanidad, la educación y los transportes son algunas de las medidas ejecutadas por el Gobierno para sanear las cuentas del país.