Por Stine Jacobsen
UTOYA, Noruega (Reuters) - Más de 1.000 jóvenes activistas se reunieron el viernes en la isla noruega de Utoya para la inauguración oficial del campamento de verano de su partido político, en el primer encuentro de este tipo desde que un ultraderechista matara a tiros a 69 personas hace cuatro años.
"Es bueno volver a nuestra casa en Utoya de nuevo", dijo el presidente de la organización juvenil del Partido Laborista de centroizquierda, Mani Hussaini, a una multitud sentada en una colina.
Algunos de los jóvenes llegaron en el mismo ferry que llevó a Anders Behring-Breivik, disfrazado de policía, a la isla en julio de 2011 después de haber hecho explotar un coche bomba a las puertas de la oficina del primer ministro en el centro de Oslo. La bomba mató a ocho personas.
Los hechos fueron los peores registrados en Noruega desde la Segunda Guerra Mundial, traumatizando a una nación que se enorgullece de su reputación de pacífica y segura.
Pequeños carteles con los nombres de las víctimas salpicaron la isla fijados a los árboles. Mensajes como "paso a paso recuperamos nuestra isla" y "cuidamos los recuerdos" podían verse en notas colgadas de un árbol cerca del principal edificio de la isla, en desuso.
"Recuperar el campamento de verano, con todas las tiendas, me recuerda mucho a cuando caminábamos por aquí juntos con los amigos que ya no están", dijo Runar Kjellstad Nygaard, de 23 años.
Un círculo de acero, simbolizando la eternidad, grabado con los nombres y edades de casi todas las víctimas, ha sido levantado en la isla a modo de recuerdo.
En el juicio, Breivik dijo que trataba de proteger a Noruega de la inmigración musulmana y del multiculturalismo. Calificó a los adolescentes de Utoya de traidores a la nación noruega.
En 2012, Breivik fue condenado al máximo de prisión de 21 años cuando los jueces le declararon en su sano juicio para responder por el asesinato de 77 personas.