Pekín, 1 sep (EFE).- Las bolsas chinas volvieron a caer por encima del 3 por ciento en la apertura del martes, pese a los recientes estímulos del Gobierno para estabilizar el mercado.
El mercado de Shanghái, que abría con bajadas del 1,5 por ciento, se precipitaba poco después algo más de un 4 por ciento, mientras la segunda más importante del país, la de Shenzhen, retrocedía hasta un 5,47 por ciento en la mañana del martes tras abrir con pérdidas del 1,52 por ciento.
Las caídas llegaron después de que la Oficina Nacional de Estadísticas publicara hoy las cifras de la actividad manufacturera china del pasado mes, las más bajas desde agosto de 2012 con el índice gerente de compras (PMI, en sus siglas en inglés) de la industria en 49,7 puntos, por debajo de los 50 de julio.
La oficina dijo en un comunicado que estas cifras sugieren que la segunda economía mundial se enfrenta a una "prolongada presión descendente".
De modo que las medidas tomadas por las autoridades chinas la pasada semana, cuando rebajaron los tipos de interés así como de las exigencias de fondos de reserva en los bancos y volvieron a inyectar liquidez en el mercado tras el llamado lunes negro (24 de agosto), no han conseguido frenar el desplome bursátil.
La vorágine en el mercado chino, que empezó a comienzos de verano, vivió su segundo episodio el 18 de agosto con el referencial rozando los 4.000 puntos y, después de seis cierres en rojo en siete sesiones, tocó fondo el pasado miércoles, otra vez por debajo de los 3.000 enteros y en pérdidas anuales.
Tras dos días de relativa calma los pasados jueves y viernes, los parqués chinos han regresado a territorio rojo esta semana, aunque de forma más moderada que el 24 de agosto, cuando Shanghái se hundió un 8,5 %, su peor sesión desde el año 2007.