Ginebra, 16 dic (EFE).- El ministro suizo de Finanzas,
Hans-Rudolf Merz, anunció hoy que quiere suspender el proceso de
aprobación de la nueva convención de doble imposición firmada hace
dos meses con Francia, como reacción al robo de miles de nombres del
banco HSBC, que fueron transmitidos al fisco francés.
La nueva convención acordada con Francia -al igual que Suiza ha
hecho con otros países tras presiones internacionales- prevé el
intercambio de informaciones con fines fiscales, de acuerdo a los
estándares de la OCDE.
Merz criticó hoy la justificación que Francia ha hecho del robo
por parte de un empleado de la sede del banco HSBC en Ginebra de
unos 130.000 nombres de clientes, y dijo que "el fisco francés
estaba al corriente".
Por ello, agregó, va a pedir que el proceso de aprobación
parlamentaria de la convención de doble imposición con París,
suscrito hace dos meses, sea suspendido.
El gobierno helvético transmitió a finales de noviembre cinco
acuerdos de doble imposición renegociados con otros tantos países,
entre ellos Francia.
El caso del HSBC, revelado primero por "Le Parisien" y confirmado
por el banco, ha causado indignación en Suiza, celosa guardiana de
su secreto bancario a pesar de haberse mostrado dispuesta a
intercambiar informaciones en algunos casos individuales y
sospechosos de fraude.
En el listado figuran unos 3.000 franceses, pero también
nacionales de otros muchos países, especialmente de Colombia e
Italia, según fuentes judiciales francesas.
El protagonista de esta historia es un ex informático de la banca
HSBC, de 38 años, que robó los datos y huyó después a la Costa Azul
francesa, desde donde alega que le guió el noble fin de luchar
contra el crimen organizado. EFE