Madrid, 26 may (.).- La Bolsa española ha cerrado esta semana con un alza del 0,63 %, aunque en la sesión de hoy ha llegado a poner en peligro esa revalorización cuando el mal comportamiento de la banca y de las compañías energéticas llegaron a situar el balance de los últimos cinco días en negativo.
Pese a haber retrocedido hoy el 0,31 %, el principal selectivo, el IBEX 35, ha conseguido salvar los 10.900 puntos (10.904,20 puntos) y la semana, que en esta ocasión, ha estado marcada por la evolución del crudo y la posibilidad de que la Reserva Federal de EEUU (Fed) suba en junio los tipos de interés.
Así, con las ganancias acumuladas en las últimas cinco sesión, el mercado ha roto una racha de dos semanas consecutivas de pérdidas.
La semana que hoy ha terminado comenzó con la Bolsa española a la baja, con una caída del 0,39 % que la situó por debajo de 10.800 puntos.
El sector financiero lastró al mercado nacional, que recibió con reservas la vuelta de Pedro Sánchez a la secretaría general del PSOE.
Los expertos de Self Bank explicaron que la victoria de Sánchez abría un nuevo "paréntesis de incertidumbre y ampliaba el abanico de escenarios que podrían verse de ahora en adelante", entre los que destacaban la convocatoria de elecciones anticipadas.
No obstante, la Bolsa española retrocedió de forma moderada ese lunes, una jornada en la que se publicaron datos macroeconómicos positivos como la cifra de negocio de los sectores industrial y de servicios.
Ya el martes, el parqué cambió drásticamente de tendencia y subió el 1,14 %, por encima de los 10.900 puntos, gracias al sector que la había arrastrado el lunes, la banca.
En una jornada marcada por el atentado sufrido en la ciudad británica de Mánchester, se confirmó el crecimiento del PIB de Alemania, donde la confianza empresarial marcó máximos.
Wall Street, pendiente de la gira exterior del presidente, Donald Trump, también cerró con ganancias, con lo que uno de sus índices, el S&P 500, se quedó a las puertas de un nuevo récord.
Pese a ello, el miércoles, el IBEX 35 registró una leve caída del 0,08 % con la que puso fin a una sesión en la que mantuvo la cautela a la espera de que se publicaran las actas de la última reunión de la Fed, una información que se conoció con Europa ya cerrada.
A la espera de que se desvelara el contenido de dichas actas, la Bolsa desvió su atención a otros asuntos como la comparecencia en Madrid del presidente del Banco Central Europeo (BCE), Mario Draghi, o la rebaja por parte de Moody's de la calificación de China.
Tras el cierre de los mercados europeos se conoció que la Fed considera que "pronto" será "apropiada" una nueva subida de tipos si la mejoría económica se mantiene.
Esta afirmación provocó ganancias en Wall Street, donde su índice S&P 500 logró un nuevo récord.
Al día siguiente, el mercado nacional aupado por esta tendencia positiva de EEUU, se decantó por las ganancias, y subió un 0,28 %, aunque no pudo superar los 11.000 puntos.
El buen dato de crecimiento de la economía española también propició que el IBEX 35 fuera el único mercado europeo junto con Londres, que terminó esa jornada al alza.
Ese mismo día, la OPEP acordó ampliar nueve meses más los recortes de producción del precio del crudo, un acuerdo que estaba ya descontado por el mercado, donde el petróleo comenzó una fuerte corrección.
Esa caída del precio del petróleo se mantuvo en la primera parte del viernes, una jornada en la que la banca y las energéticas fueron el lastre del mercado, que en algunos momentos de la sesión, llegó a poner en peligro el positivo balance semanal.
Pese a que se revisó al alza el crecimiento de EEUU en el primer trimestre, Wall Street abrió en negativo, lo que mantuvo a la Bolsa española en número rojos hasta el final de la jornada.
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