Asunción, 18 mar (EFE).- Representantes de la multinacional Río
Tinto Alcan se reunieron hoy con el presidente paraguayo, Fernando
Lugo, para avanzar en un proyecto de construcción de una planta de
fundición de aluminio con una inversión global de 2.500 millones de
dólares.
La delegación de Río Tinto Alcan, que previamente se reunió con
el ministro paraguayo de Hacienda, Dionisio Borda, fue recibida por
el jefe de Estado en el marco de una reunión del Equipo Económico
del Gobierno.
Tras la reunión, Borda dijo a periodistas que el plan contempla
la construcción de la planta en el suroeste del país, cerca de las
hidroeléctricas que Paraguay controla con Argentina y Brasil, para
entrar en fase operativa en el 2016.
Si se concreta el proyecto supondrá la mayor obra civil en el
país tras la construcción de esas represas (las de Itaipú y de
Yacyretá), ambas sobre el río Paraná, que Paraguay comparte con
Brasil y Argentina, respectivamente.
"Primero se tiene que hacer un estudio técnico, de mercado y
cuando eso termine podemos tener una idea más acabada" del proyecto,
afirmó Borda al ser consultado sobre la viabilidad de la inversión.
Los primeros contactos entre Río Tinto Alcan y el Gobierno de
Asunción se remontan a mediados de diciembre pasado, cuando una
delegación suscribió una carta de intención con la Administración
Nacional de Electricidad (Ande).
El desembarco al país de la multinacional "beneficiará tanto a
nuestra tecnología limpia, eficiente y de calidad internacional como
a nuestra experiencia en desarrollo sustentable", afirmó entonces
Sandeep Biswas, uno de los directivos de la empresa.
Río Tinto, que emplea a más de 90.000 funcionarios en más de 50
países, extrae y procesa diamante, cobre, oro, plata, yeso, uranio,
dióxido de titanio y aluminio, entre otros minerales, y tiene sus
bases en Inglaterra, Australia y Canadá. EFE