Por Francesco Canepa y Balazs Koranyi
FRÁNCFORT (Reuters) - Asustados por la reacción de los mercados, algunos altos cargos del Banco Central Europeo están teniendo dudas sobre si sugerir o no en julio que están más cerca de tomar la decisión de empezar a revertir su política monetaria basada en enormes estímulos económicos.
Conversaciones con altos cargos de seis bancos centrales de la zona euro mostraron que estaban incómodos por la apreciación del euro y el alza de la rentabilidad de la deuda soberana después de que la semana pasada el presidente del BCE, Mario Draghi, abriera la puerta a aplicar cambios en la política monetaria.
Buscando no debilitar la recuperación económica, algunas autoridades se han puesto nerviosas respecto a abandonar su vieja promesa: que el BCE ampliará o extenderá su programa de compras de bonos de 2,3 billones de euros de ser necesario para llevar a la inflación a su meta cercana al 2 por ciento.
Es casi seguro que el cambio se discutirá cuando el BCE se reúna el 20 de julio. Pero la retirada de ese compromiso probablemente sea tomado por el mercado como señal de que el banco se prepara para empezar a salir del plan de estímulos que alentó la financiación barata e impulsó las exportaciones de la zona euro al frenar la apreciación del euro.
Pese a los descensos del lunes, el euro y la rentabilidad de los bonos alemanes aún están mucho más altos de los niveles previos al discurso de Draghi, un resultado inoportuno para un BCE que busca mantener condiciones de financiación ultralaxas.
"Ahora tenemos que ver cómo se comporta el mercado desde hoy hasta la reunión", dijo una de las fuentes. "Diría que deberíamos quedarnos por el lado de la cautela", declaró.
Un portavoz del BCE declinó hacer comentarios.
Con una inflación por encima del 1 por ciento y la economía de la zona euro en su mejor momento en años, las autoridades en general coinciden en que tienen la vía libre para iniciar una normalización gradual de la política monetaria del BCE. Pero tienen desacuerdos sobre los plazos.
En junio, el BCE descartó aplicar más recortes de tipos de interés y asumió una postura más optimista del panorama económico de la zona euro, por lo que retiró dos referencias con "sesgo de política ultraexpansiva" de su comunicado.
El mercado percibió esos comentarios como una señal evidente, de modo que los economistas esperan que las autoridades del BCE omitan pronto la promesa de "incrementar el programa (de bonos) en términos de tamaño y/o duración".
Pero los responsables que hablaron con Reuters ya no están seguros de que eso sucederá en la reunión del 20 de julio.
"Estaba pensando en que deberíamos eliminar las referencias restantes al sesgo expansivo en julio, pero después de la reacción del mercado al discurso de Draghi ahora estoy menos seguro de eso", dijo un alto cargo.