Roma, 13 nov (.).- La concesionaria Atlantia (MI:ATL), socia de ACS (MC:ACS) en la española Abertis (MC:ABE), perdió 718 millones de euros entre enero y septiembre de 2020, frente al beneficio de 1.038 millones del mismo periodo de 2020, como consecuencia de la pandemia del coronavirus y las tensiones con el Gobierno italiano por la filial Autostrade.
El grupo publicó hoy los resultados de los primeros nueve meses del año y dijo que se han visto "afectados por el impacto de la COVID-19 en los volúmenes de tráfico de las concesiones del grupo" y también por "los compromisos asumidos por Autostrade per l'Italia con el Gobierno italiano, por valor de 3.400 millones de euros".
De estos 3.400 millones de euros, 700 millones se han destinado a gastos relacionados con el derribo y reconstrucción del puente de Génova que se hundió en 2018 y que gestionaba su filial Autostrade, y el resto a un plan de reducción de peajes y de inversiones en infraestructuras.
El resultado bruto de explotación (ebitda) fue de 2.768 millones de euros entre enero y septiembre de 2020, un 51 % menos que los 5.698 millones del mismo periodo de 2019, y el resultado neto de explotación (ebit) fue negativo en 183 millones de euros, frente a los 2.689 en positivo de 2019.
Los ingresos ascendieron a 6.223 millones de euros, un 29 % menos (8.820 millones de 2019), y los costes operativos fueron 3.455 millones de euros, un 11 % más (-3.122 millones entre enero y septiembre de 2019).
Atlantia dice que "desde finales de febrero de 2020, las restricciones regulatorias a la movilidad adoptadas por numerosos gobiernos, tras la expansión global de la pandemia" han provocado una "importante reducción de los volúmenes de tráfico en las infraestructuras de autopistas y aeropuertos en concesión".
Y además, la familia Benetton, que controla Atlantia al 30,25 % a través de la sociedad de cartera Edizione Holding, negocia con el Gobierno italiano su salida del capital de Autostrade, de la que Atlantia tiene un 88 %.
La intención es evitar que el Gobierno retire las concesiones a Autostrade, que tiene los permisos de la mitad de las autopistas de peaje del país y gestiona una red de más de 3.000 kilómetros.
En los últimos meses se han producido una serie de tensiones, después de que el Gobierno afirmara que Autostrade iba a pasar a manos de la sociedad pública CDP y Atlantia respondiera que prefiere una solución de mercado sin imposiciones.
En octubre, Atlantia rechazó la oferta vinculante presentada por la sociedad pública italiana CDP y los fondos de inversión Blackstone (NYSE:BX) y Macquarie (que valoraba Autostrade per l'Italia entre 8.500 o 9.500 millones de euros), y dijo que daba de plazo hasta el 30 de noviembre para que propusieran otra mejorada.
El Consejo de Administración de Atlantia ha señalado que ve "razonablemente improbable" que el Estado acabe retirando los permisos a Autostrade y "razonablemente probable" que Atlantia y el Gobierno alcancen un acuerdo.
En cuanto a su deuda financiera neta, a fecha 30 de septiembre ascendía a 38.483 millones de euros, 1.761 millones de euros más respecto al 31 de diciembre de 2019, "fundamentalmente por los efectos relacionados con la adquisición realizada por Abertis del grupo mexicano RCO (un total de 3.172 millones de euros)".
Atlantia ha estimado que el resultado del conjunto del 2020 se verá golpeado por la pandemia del coronavirus y ha indicado que calcula "un impacto negativo potencial en los ingresos para el año 2020 del orden de 3.500 millones de euro, en comparación con los datos de 2019".
También prevé "una reducción de los flujos operativos (FFO) netos de inversiones equivalentes a 2.200 millones de euros en comparación con 2019, teniendo en cuenta los efectos de la depreciación de las divisas de América del Sur (con un impacto sobre los ingresos del grupo estimados en más de 200 millones de euros)".