Bruselas, 13 nov (.).- El Tribunal de Cuentas Europeo aprobó este miércoles las cuentas de 2023 de las empresas que surgen de la asociación entre la Unión Europea (UE) y socios privados de la industria y la investigación, aunque avisó de la existencia de fondos acumulados sin utilizar y errores en la declaración de costes de personal o de los equipos.
Los auditores explicaron en un informe que pese a "dar luz verde" a las cuentas del año pasado de estas empresas denominadas "comunes" y dedicadas a la investigación e innovación, algunas de ellas presentaron ciertos ámbitos que requieren "una atención especial".
Concretamente, informaron de que la Empresa Común de Informática de Alto Rendimiento Europea, la Empresa Común para la Aviación Limpia y la Empresa Común para los Chips habían solicitado contribuciones financieras adicionales de la UE "significativamente por encima de sus necesidades de tesorería".
Este aspecto, añadió en el informe, genera un excedente que aparta los recursos financieros de la UE de otras actividades de los Veintisiete y supone una mala gestión de la tesorería.
Por otra parte, la institución comunitaria con sede en Luxemburgo explicó que la auditoría de una muestra de pagos de subvenciones del proyecto Horizonte 2020 de investigación e innovación comunitario reveló nuevamente errores sistémicos en la declaración de costes de personal y equipos.
Los auditores especificaron que los principales fallos fueron el cálculo incorrecto de las tarifas horarias y las declaraciones incorrectas, como la inclusión de las horas trabajadas fuera del período de referencia o del proyecto, la declaración de primas o costes de equipo sin subvención y la declaración del impuesto sobre el valor añadido deducible.
Por otro lado, indicaron la existencia de "riesgos significativos" en Fusion for Energy, la empresa común responsable de la contribución de la UE al megaproyecto del Reactor Reactor Termonuclear Experimental Internacional (ITER, por sus siglas en inglés) y que se financia a través de la Comunidad Europea de Energía Atómica y los Estados miembros participantes.
Los auditores argumentaron que dicha empresa debe actualizar "sustancialmente" los hitos con los que se calculan los costes del ITER en base a los "importantes cambios técnicos y los aumentos de costes hasta la fecha".
Esto, apuntaron, tiene un "impacto considerable" en las estimaciones de costes del proyecto, que la empresa al cargo estimó, sobre la base de hitos de 2016, en 21.200 millones de euros.
En relación a esta empresa, el Tribunal de Cuentas también advirtió de que el alto grado de dependencia de esta con los proveedores de servicios externos conlleva "riesgos significativos a largo plazo", como la mala retención de conocimientos y la menor eficiencia del personal.
También apuntaron en su informe que la Empresa Común para las Redes y los Servicios Inteligentes y la Empresa Común para la Salud Mundial, que fueron auditadas por primera vez por el Tribunal este año, lograron la autonomía financiera en el último trimestre de 2023.
Además, los auditores señalaron que ambas tuvieron dificultades para presentar sus primeras cuentas anuales, como la divulgación separada de los recursos financieros gestionados por la Comisión Europea y los gestionados por la empresa común.