Bruselas, 1 mar (.).- El Tribunal de Cuentas de la Unión Europea (UE) señaló este lunes algunas deficiencias en la reserva de ajuste Brexit, de 5.000 millones de euros, planteada por Bruselas para apoyar a los países más afectados económicamente por la marcha del Reino Unido, del que España recibiría unos 174 millones de euros.
En un informe publicado este lunes, los auditores comunitarios señalaron que, debido a cómo se ha planteado esta reserva- aún no aprobada por la Unión Europea-, los Estados miembros recibirían "un nivel inusualmente elevado de prefinanciación sin tener que facilitar previamente a la Comisión Europea datos sobre las medidas que se van a financiar".
"Si bien esto permitiría reaccionar con rapidez a la situación excepcional, la Comisión no evaluaría la admisibilidad y adecuación de dichas medidas antes del final de 2023", apuntan, al tiempo que señalan que esta estructura y el calendario que se ha propuesto "aumentarían el riesgo de elección de medidas deficientes e inadmisibles".
El mayor beneficiario de este fondo sería Irlanda, con 991 millones de euros, seguida de Países Bajos (714 millones) y Alemania (429 millones), países que, bajo los criterios de la reserva -el comercio con el Reino Unido y el pescado capturado en la zona económica exclusiva del Reino Unido- son los países más afectados por la marcha británica de la eurozona.
Esta reserva de ajuste está aún pendiente de su negociación por parte del Consejo (los países) y el Parlamento, que le pueden plantear enmiendas y cambiar su funcionamiento o criterios de desembolso y adjudicación de la financiación.
El auditor encargado de este informe, el irlandés Tony Murphy, señaló que, aunque es una reserva reducida en comparación con el presupuesto multianual de la Unión Europea (que supera el billón de euros), será importante "para algunos de los Estados miembros que se van a ver afectados desproporcionadamente por el Brexit".
"Pese a las preocupaciones que muestra nuestra opinión, el fondo propuesto debería ayudar a abordar los retos que enfrentan los Estados miembros al ajustarse a la retirada del Reino Unido. Creemos que es una herramienta de solidaridad necesaria y vital para apoyar la economía europea y viene en un momento en el que los Estados miembros están también lidiando con la pandemia", recordó Murphy.
Preguntado por si prevé que el Parlamento o el Consejo enmienden las normas de esta reserva, el auditor confió en que así sería, y recordó que su equipo "ha destacado los riesgos y retos que han visto", y ahora "depende de los colegisladores tenerlo en cuenta".
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