Sídney (Australia), 9 jun (.).- El primer ministro australiano, Scott Morrison (LON:MRW), afirmó este miércoles que la Organización Mundial del Comercio (OMC) debería "penalizar la mala conducta" de aquellos países que ejercen coerción económica, sin mencionar directamente a China en un momento de tensión comercial con Pekín.
"La forma más práctica de abordar la coerción económica es el restablecimiento del sistema vinculante de solución de diferencias del organismo comercial mundial", dijo Morrison en un discurso en el Centro USAsia de la ciudad de Perth.
"Cuando no hay consecuencias para el comportamiento coercitivo, hay pocos incentivos para la restricción", dijo el mandatario poco antes de viajar al Reino Unido para participar como invitado en la cumbre de los países del G7, el 11 y el 13 de junio en la localidad inglesa de Carbis Bay en Cornualles.
La posición del Gobierno de Australia coincide con la del anfitrión de la cumbre, el Reino Unido, quien pedirá a sus socios de Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Estados Unidos más la Unión Europea que apoyen la introducción de un sistema más eficiente de resolución de disputas comerciales y normas eficaces para el comercio digital y de datos.
"En el G7, trabajaremos con otros para reforzar el papel de la OMC y modernizar su normativa cuando sea necesario", recalcó el primer ministro.
La alocución de Morrison también se da en un contexto en que las relaciones de Australia con China, su principal socio comercial, se tensaron desde que impulsó en 2020 una investigación independiente sobre el origen de la covid-19, a la que siguieron una serie de aranceles y otras medidas contra diversas exportaciones claves del país oceánico.
En marzo pasado, Australia anunció que llevaría ante la OMC su disputa con China, país que le impuso aranceles de hasta un 80 por ciento a su cebada acusándole de competencia desleal y venta a pérdida en una decisión tomada después de que la nación oceánica pidiera el año pasado una investigación sobre el origen de la covid que indignó a Pekín.
En el discurso en el Centro USAsia de Perth, el mandatario australiano también puso de relieve la competencia estratégica entre Pekín y Washington, así como "el riesgo de un mal cálculo y de un conflicto están muy presentes y es creciente" en la región del Indo-Pacífico, sin vincular a China en el conflicto del Mar de la China Meridional.
"La tarea es gestionar la competencia. La competencia no desemboca el conflicto ni el conflicto justifica la coerción", remarcó Morrison de cara a la reunión de los países más ricos del mundo para abordar el cambio climático, la creación de empleo, el impulso de las nuevas tecnologías y la recuperación global de la pandemia del coronavirus.
Los líderes de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Alemania, Italia, Canadá y Japón, junto con la Unión Europea (UE), participarán en esta cumbre, que el sábado tendrán de forma presencial o de manera virtual, los líderes de Australia, Sudáfrica, Corea del Sur y la India para abordar la crisis climática.