Washington, 2 may (EFE).- La petrolera Baker Hughes (NYSE:BHI) anunció hoy su intención de destinar a la compra de acciones y deuda parte de los 3.500 millones de dólares que recibirá de su competidora Halliburton (NYSE:HAL) en concepto de cuota de ruptura tras frustrarse su acuerdo de fusión.
"La compañía tiene la intención de recomprar acciones por valor de 1.500 millones de dólares y otros 1.000 millones de deuda con los ingresos de la cuota de ruptura de 3.500 millones", informó el presidente de la empresa, Martin Craighead, en un comunicado.
Además, el directivo de la petrolera indicó que la compañía tiene también "la intención de refinanciar su línea de crédito de 2.500 millones de dólares, que vence en septiembre de 2016", tras recibir esos fondos, algo que está previsto que ocurra el próximo miércoles.
El Departamento de Justicia de EE.UU. y ambas empresas anunciaron el domingo el fracaso de los planes de fusión emprendidos por los dos gigantes petroleros en noviembre de 2014, en un negocio calculado entonces en 34.600 millones de dólares, pero que tras la caída de los precios en el sector en los últimos años se cifraba ahora en unos 28.000 millones.
El Gobierno estadounidense se oponía al acuerdo por considerar que podía generar una posición de monopolio al unirse dos de las mayores firmas de prestación de servicios a campos petroleros.
En un comunicado, el Departamento de Justicia aseguró, al anunciar que las empresas habían dado por concluidos sus intentos de fusión, que esta hubiera "eliminado ilegalmente una significativa competencia entre las dos empresas en al menos 23 mercados cruciales para la exploración y producción de petróleo y gas natural en los Estados Unidos".
"Este caso sirve de claro recordatorio de que ninguna fusión es demasiado grande o compleja como para no ser puesta en entredicho (...) cuando las empresas proponen acuerdos aumentarían el valor de sus accionistas a expensas de los intereses de los consumidores", aseguró la secretaria de Justicia, Loretta Lynch, en un comunicado.
El Departamento de Justicia indicó que la Comisión Europea, Brasil, México y Australia colaboraron con los reguladores del Gobierno de EE.UU. en la elaboración de este caso de antimonolopio.
Al anunciar la ruptura de los esfuerzos de fusión con Baker Hughes, el presidente de Halliburton, Dave Lesar, aseguró el domingo que rescindir el acuerdo era lo mejor que podían hacer debido a las dificultades y condiciones impuestas por los reguladores.
Por su lado, Craighead indicó hoy que Baker Hughes aprovechará el momento para llevar a cabo un programa de reducción de costes con el que, en una primera fase, espera lograr un ahorro de 500 millones de dólares para finales de este año.
Baker Hughes había informado la semana pasada, al presentar sus resultados del primer trimestre del año, de que tenía 110 millones de dólares en costes que no había podido reducir porque el acuerdo de fusión requería la aprobación también de Halliburton.
Halliburton, por su lado, informó en abril de la reducción de 6.000 puestos de trabajo en respuesta a una caída de sus beneficios en un 40,4 % en el primer trimestre del año.
Con sede oficial en Delaware y cuarteles centrales en Houston (Texas) y Dubai, Halliburton, fundada en 1919, es el segundo mayor proveedor del mundo de servicios y productos de la industria petrolera y del gas, solo por detrás de la holandesa Schlumberger.
Tiene operaciones en aproximadamente 80 países y en 2015 tuvo unos ingresos de unos 23.600 millones de dólares.
En cuanto a Baker Hughes, creada en los años 80 por la fusión de Hughes Tool Company (1908) y Baker International (1907), también tiene sede en Delaware y oficinas centrales en Houston.
Es el tercer mayor proveedor mundial de servicios petroleros, opera en unos 80 países y sus ingresos en 2015 ascendieron a 15.700 millones de dólares.