Banco de Israel urge a Netanyahu a ceñir presupuesto a los límites legales

Elías L. Benarroch

Jerusalén, 13 feb (EFE).- El Banco de Israel urgió hoy al próximo gobierno de Benjamín Netanyahu a que se ciña a los límites presupuestarios fijados por ley y a recurrir a todas las medidas que sean necesarias para cerrar el agujero fiscal que se le comenzó a abrir desde mediados de 2012.

El del déficit "es uno de los principales problemas a corto plazo de la economía israelí", afirmó hoy el gobernador del banco emisor israelí, Stanley Fischer, en un encuentro con periodistas extranjeros en Jerusalén, donde exigió reducir el gasto público a pesar de los problemas sociales que arrastra.

En un encuentro en el que hizo repaso a la situación de la economía israelí, subrayó que "es muy buena en comparación con la de otros países" de la OCDE, con la única excepción del problema presupuestario, que asciende a unos 30.000 millones de shékels (unos 6.000 millones de euros).

"El crecimiento en el PIB se ha ralentizado en 2012 y ahora crecemos a alrededor del 3 por ciento", explicó sobre el efecto que ello tuvo en la recaudación de impuestos.

Después de varios años de bonanza en el trienio 2009-2011, con niveles de crecimiento que tocaron el 5 por ciento, la economía israelí se ve afectada por la lenta recuperación de las de EEUU y la UE, mercados de los que depende para sus exportaciones.

"Somos una economía pequeña, un 1,5 por ciento del PIB de Estados Unidos, por lo que dependemos del resto del mundo y el mundo está creciendo a un ritmo más lento que en el pasado", sostuvo.

A sólo tres meses de abandonar el cargo, Fischer reconoció los problemas sociales y políticos que tienen las decisiones que se le exigen al próximo gobierno israelí pero advirtió de que "lo mejor es volver al camino correcto inmediatamente".

"Es lo más positivo para el país, pero si posible desde el punto de vista político está por ver", declaró.

Netanyahu ganó las elecciones de enero con un amplio margen de diferencia pero, tal y como ocurrió durante la campaña electoral, las demandas sociales dominan las negociaciones para la formación de gobierno, que entrará en funciones en marzo y sólo a mediados de junio tendrá listo el presupuesto para 2013.

Mientras tanto el gasto público se rige por la Ley General de Presupuestos del año pasado, que a finales del segundo trimestre de 2012 ya había quedado desfasado y tuvo que ser revisado.

Los 14.000 millones de shékels (unos 2.800 millones de euros) que faltaron en la recaudación de 2012 se corrigieron mediante una subida del IVA del 16 al 17 por ciento y una de impuestos -por ley- a los que ganaban por encima de 14.000 shékels (2.800 euros) mensuales, entre otras medidas.

"Fue una decisión valiente porque era año electoral", valoró Fischer, para quien el problema del déficit es ahora "más manejable, pero no menos difícil".

La ampliación de los marcos legales del presupuesto prevista por el gobierno saliente ha sido descartada por el economista como opción viable, y advirtió que más allá de los recortes barajados en defensa, infraestructuras y algunas ayudas públicas, el gobierno deberá tapar aún 6.000 millones de shékels (1.200 millones de euros) con otra subida de impuestos a las rentas.

"No hay soluciones fáciles a este problema", advirtió el gobernador, que no ha querido desvelar la razones que le llevaron a anunciar su dimisión el pasado mes de enero.

"Siempre dije que me quedaría hasta que el Banco de Israel funcionara correctamente, y creo que ya lo está haciendo", explicó.

Sin embargo, algunos comentaristas locales opinaron que el reconocido economista internacional de origen estadounidense tuvo serias discrepancias con Netanyahu sobre los marcos presupuestarios para 2013 y la urgencia en resolver el conflicto con los palestinos como estrategia para estabilizar la economía nacional a largo plazo.

En ese sentido recordó que Israel es la economía occidental que más gasta en defensa (por encima de un 6 por ciento de su PIB, según el SIPRI) y que el presupuesto del gobierno debe tener en cuenta cada varios años el gasto que originan las "particulares" circunstancias de seguridad del país, en referencia a guerras como las del Líbano en 2006 y la de Gaza en 2008-9. EFE