Madrid, 8 feb (.).- El Banco de España cree que el mercado inmobiliario español no acumula, de momento, los riesgos que parecen estar generalizándose en los países de nuestro entorno debido a la laxitud de las condiciones de financiación "a escala global", pero aun así considera necesario mantener "una estrecha vigilancia".
En opinión del gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, el año pasado las compraventas de viviendas mostraron un "notable dinamismo" mientras que la oferta se mantuvo más estable, como se aprecia en los visados de vivienda nueva.
Esta situación -añade- ha favorecido un crecimiento de los precios en el último año, lo que ha llevado a que la valoración de los activos inmobiliarios se encuentre actualmente "ligeramente por encima", aunque aún muy cerca, de los niveles de equilibrio.
Por otro lado, el crédito nuevo para la compra de vivienda nueva también aumentó en 2021, aunque aún no se ha traducido en un incremento de la cartera de crédito destinado a vivienda, ya que también se ha producido un fuerte aumento del ritmo de amortizaciones.
Además, en comparación con otros países europeos, el flujo de crédito nuevo en España, medido en términos relativos sobre el PIB, aún dista de los valores observados en los países europeos que han sido objeto de "alertas o recomendaciones" recientes por desequilibrios en sus mercados inmobiliarios o por los criterios de concesión de los préstamos hipotecarios, que tampoco se han relajado.