Barnes & Noble abandona los beneficios presionada por su negocio digital

Nueva York, 28 feb (EFE).- Barnes & Noble, la mayor cadena de librerías de Estados Unidos, abandonó los beneficios en el tercer trimestre de su ejercicio fiscal 2013 presionada por la fuerte caída de las ventas de su división Nook, que abarca sus tabletas, lectores y libros electrónicos.

Durante el trimestre que cerró el pasado 26 de enero, la empresa sufrió unas pérdidas de 6 millones de dólares, frente a las ganancias de 52 millones que se había anotado durante los mismos tres meses del ejercicio anterior.

La facturación de la firma en ese periodo, crucial ya que coincide con la temporada de compras navideñas, cayó el 8,8 % hasta situarse en los 2.223 millones de dólares, un descenso en el que contribuyó particularmente el retroceso del 25,9 % de su división Nook.

Las ventas de sus librerías tradicionales también bajaron durante ese trimestre, en concreto un 10,3 %, mientras que las relativas a sus establecimientos en universidades cedieron el 1,6 %.

Barnes & Noble decidió unir sus librerías universitarias y su división digital en una nueva unidad de negocio llamada Nook Media, que ha atraído inversiones de Microsoft (con un 16,8 % del capital) y Pearson (con otro 5 %), aunque la empresa sigue contando con más del 78 % de esa división.

Esa decisión se tomó con miras a sacar más partido del creciente negocio digital, aunque los resultados anunciados hoy ponen en duda el éxito de los lectores electrónicos ante la competencia de las tabletas electrónicas y ponen de manifiesto que la tableta de Barnes & Noble, Nook Tablet, no logra alcanzar a sus rivales.

Precisamente esta misma semana se conoció que el presidente y accionista mayoritario de Barnes & Noble, Leonard Riggio, planea presentar una oferta para comprar las librerías y la página web de la empresa, pero no la división Nook Media.

Pese a que los resultados anunciados hoy eran poco alentadores, las acciones de la cadena de librerías se disparaban el 7,62 % hacia el ecuador de la sesión en la bolsa de Nueva York ante las elevadas expectativas de que Riggio acabe haciéndose con el negocio tradicional de la empresa. EFE