Viena, 5 mar (EFE).- El presidente de la Comisión Europea (CE), José Manuel Durao Barroso, ha advertido de que Grecia debe permanecer en la zona del euro y de que la bancarrota de ese país sería "un desastre" para la población helena.
"La crisis actual no ha sido aún superada", reconoció Barroso en una entrevista al diario vienés "Die Presse".
Pero sí "es evidente que ahora hay menos tensiones en la zona del euro, y (...) no sólo porque el Banco Central Europeo (BCE) ha suministrado más liquidez, sino también por la reafirmación del compromiso de los Estados miembros a una mayor disciplina presupuestaria", añadió.
El presidente de la CE, de visita en Viena hoy y mañana, resaltó, en la entrevista que el rotativo publica en su edición del martes, que "la estabilidad financiera es hoy la 'conditio sine qua non' para la Unión Europea (UE). Y esto es algo aceptado por todos".
Insistió en su convicción de que "Grecia va a poder superar la crisis. No es una estimación solo de la CE, sino también del BCE y del Fondo Monetario Internacional (FMI)".
Al mismo tiempo, "somos conscientes de la trascendencia de los problemas" que afronta el país heleno, añadió.
Es por eso que se ha establecido un grupo de trabajo ("task force"), con unos 40 expertos que están ahora trabajando sobre el terreno, después de que el Parlamento griego y el Gobierno aprobaran todos los programas necesarios.
El objetivo es que Grecia permanezca en el euro, pues la salida del euro sería "un desastre" para la población griega, dijo Barroso.
"Sabemos cómo les fue a las poblaciones de países latinoamericanos cuando éstos entraron en bancarrota", añadió.
Estimó además que a toda la zona del euro le saldría más cara la eventual bancarrota de Grecia que continuar con la ayuda a Atenas.
Una quiebra del país "desataría un efecto dominó" con consecuencias para otros países comunitarios, y lo probable es que entonces habría que aumentar las ayudas a otros miembros, resaltó.
Para Barroso, la pregunta esencial es cuál sería la alternativa: "Yo no veo ninguna (frente a los enormes esfuerzos de ahorro)", dijo.
"Naturalmente vemos que los programas de ahorro causan actualmente una recesión. Pero se trata de lograr una nueva competitividad para un país. Una bancarrota destruiría por completo el clima para las inversiones. Y entonces no habría crecimiento ni recuperación", agregó.
Por otro lado, instó a no olvidar que "hay una Europa después de la crisis. Y tenemos que recordar que compartimos valores: paz, democracia, Estado de Derecho".
"Necesitamos no solamente expertos en economía para que nos expliquen cómo es Europa, sino también artistas e intelectuales. Si hoy solo hablamos de dolorosas reformas y ahorro, corremos el riesgo de dejar de lado los valores comunes", advirtió.
Respecto al proceso de democratización de la UE, opinó que "en lugar de una nacionalización de la política europea", se requiere "una europeización de las políticas nacionales. El tren debe ir en dirección a una mayor integración política, para poder competir en un mundo globalizado".
En ese camino, "la Comisión Europea asume cada vez más el rol de un gobierno económico. Pero esto debe ir paso a paso. Dudo de que sea ahora el momento de cambiar las instituciones", añadió. EFE