Madrid, 9 nov (.).- Las acciones del BBVA (MC:BBVA) encabezaban las pérdidas de la Bolsa española y cedían un 8,55 %, hasta los 5,935 euros por título, a media sesión tras la victoria de Donald Trump en las elecciones de EEUU, país en el que la entidad tiene una fuerte presencia.
Sin embargo, fuentes del BBVA han explicado a Efe que esta bajada "es un reflejo de la incertidumbre que genera el resultado de los comicios", y han asegurado que serán las decisiones que tome el nuevo presidente y sus acciones políticas las que "en adelante definan el impacto real de la nueva administración".
"La democracia en EEUU tiene importantes mecanismos de control y supervisión y el discurso inicial de Trump ha sido institucional y ha abogado por un mayor crecimiento económico y buenas relaciones con otros países".
Y en cuanto a la evolución del peso mexicano -país que lleva varios años como principal motor de las cuentas del BBVA- desde la entidad tampoco se muestran preocupados, pues "la actual depreciación del 10 % de esta divisa apenas tiene impacto en su capital debido a sus coberturas.
Y además, añaden, un porcentaje relevante de los resultados de BBVA Bancomer -su filial mexicana- "está cubierto para este año y el que viene" de acuerdo con la política de coberturas del Grupo.
La entidad obtuvo hasta septiembre un beneficio neto de 1.441 millones de euros en México, el 5,3 % menos que un año antes, en tanto que en EEUU ganó 298 millones de euros netos, un 24,4 % menos.
El inesperado resultado de las elecciones en EEUU causaba un auténtico terremoto en los mercados a lo largo de todo el mundo por el "shock" inicial, que poco después comenzaba a atemperarse, con bajadas cada vez más suaves, que en el caso del español IBEX 35 pasaban de casi un 4 % en la apertura a un 2,09 % a mediodía.
Los analistas consultados por Efe se mostraban de acuerdo con la entidad española y aseguraban que ahora se abre una etapa de incertidumbre en cuanto a las decisiones que tomará Trump y en cuanto a si cumplirá sus principales promesas electorales, y la incertidumbre es lo que menos gusta al mercado, por lo que "tendremos que acostumbrarnos a la volatilidad".